domingo, mayo 28, 2006

De magos, espantapájaros y circos.

La vida suele estar llena de personajes que son, por decir lo menos, circenses… Desde trapecistas que brincan de un lugar a otro, sin arnés o red, hasta payasos que más que risa dan lástima. No todos los personajes de circo espantan, ni todos hacen reír. Algunos de ellos reivindican la vida y dan sonrisa aún en horas oscuras…

En medio de este circo existen dos que quiero recordar: El primero, aunque tiene más de 100 años se encuentra siempre cercano: Solo es seguir el camino amarillo. Sobre ese, no puedo negar que me encanta. No hablo de la película que, cuando más, recuerdo borrosamente. Hablo del libro y hablo también de la magia de sus personajes. Hablo del Mago de Oz y de un león que busca valor, un hombre de hojalata que no pisa hormigas porque “cuando uno no tiene corazón debe cuidarse de hacer daño a otros”, y un brillante espantapájaros que busca un cerebro. Y claro, una niña que busca el camino para volver a casa… No es solo que la simbología de cada personaje sea prácticamente “mágica”, es también que todos somos, en algún momento de la vida, o leones, o espantapájaros, o hombres de hojalata, o magos, o con mucha frecuencia niños que buscan el camino a casa (que rara vez es amarillo).

En origami, solo conozco una versión completa con todos los personajes: Obra de alta ingeniería, los modelos de Kamiya sobre el Mago de Oz le dieron, como siempre, el título del “Origami Champion”. Creo recordar también que existe algún otro espantapájaros por ahí, en alguna web, aunque ninguno de ellos es tan espectacular como el ya mencionado…

El segundo circo que quiero recordar le ha dado luz tanto al arte circense en general como a muchos otros artes y a muchísimos espectadores. Le ha dado sol a muchos. Sus personajes son ante todo seres plásticos. Confluyen en ellos seres de Dalí o Magritte, confluyen los sueños de muchos…

¿¿¿A que viene todo eso??? Es simple: Ambas cosas se han mezclado para dar origen a estos extraños personajes de papel. Pudieran parecer espantapájaros, o mejor, pajes de la corte de Oz, o… podrían parecer quizás aquellos personajes de circo… En todo caso los presento (o se presentan) en sociedad, dispuestos a enfrentarse a tantos circos que nos rodean.


Origamísticamente hablando, son típicos modelos humanos, de aquellos que tanto me gusta crear. Sin embargo, estos son modelos que nacen como un estudio del volumen. Ya había trabajado ese tema con los modelos de Botero que estan en la web de nícolas, pero éste es un nuevo giro, una nueva forma, un nuevo estudio...

un abrazo a todos...

1 comentario :

Daniel Naranjo dijo...

soledad sonora...

un bonito nombre. En el fondo, todos somos perseguidos por soledades, pero son más tristes aquellas que irremediablemente vienen acompañadas. Las que dice benedetti que se ordenan por color, tamaño o forma... Una triste soledad aquella que viene acompañada de sonidos...

aunque no sé que es lo que te ha parecido una maravilla solo puedo decir que me encanta que te maraville aquello que te maravilla...

un abrazo de esos desconocidos
daniel