Hay veranos que sin esperarse arriban.
Lo secan todo
la tierra duele
y en las calles
hasta una simple mirada
quema.
Otoños que llegan antes de tiempo
que se ponen grises
como las hojas que secas esperan la caída
Otoños lentos que trazan
círculos
en el aire
hasta llegar al piso.
Los inviernos unas veces son más fríos
y otras en cambio resultan tan sólo lluviosos
las vías se llenan de ríos
los ríos visten de negro
porque el invierno, a veces,
lava la suciedad del mundo.
Hay primaveras que se pasan cortas
suspiros de estación
breves aleteos
de mariposa
que encuentra su momento
cuando ya es hora de partir.
El tiempo corre
interminable
de estación en estación
Tras él corremos todos
En calles calientes, que hacen levantar los pies
En avenidas grises que con cada paso regalan un crujir de hojas
Entre charcos, que salpican al pasar sobre ellos
Entre aleteos de mariposas que solo un día duran.
La vida es eso, supongo
un eterno correr.
Imagino a veces
bien valdría la pena.
pararse a vivir
de estación en estación.