martes, mayo 30, 2006

A la memoria

Esta entrada la escribo sin editar, sin pensar, sin hacer correcciones ni pensar el orden en que deben ser escritas las palabras.

Hace unos pocos minutos acaba de morir mi abuelo. Y no me es una muerte dura en el sentido de llenarme de dolores y de angustias, de pesares. Es una muerte que me tranquiliza en el alma, por su descanso. Una penosa enfermedad (¿acaso no lo son todas?) le fue robando la vida a pedacitos y en medio del dolor. Ayer, al verlo en un perfecto estado de consciencia nos decía: "es tan difícil morir"

y creo que tenía razón. Lo único que debe ser tan difícil como morir es nacer.


Su dolor era mucho, pero el de su familia que lo rodeaba era también excesivo. Mi abuela, una mujer pequeña y hermosa, que vio la vida por los ojos de mi abuelo solo le decía: "No te preocupes que el niño dios ya viene en camino a recogerte"... Ellos dos, par de viejos, son el modelo de matrimonio que soñé y una razón (de esas pequeñas que también importan) para casarme y no simplemente compartir la vida con la mujer que amo. La cara de mis abuelos ese día no la olvido, esos recuerdos que atesoro...


Acaba de humedecerse mis ojos (es normal, me imagino). Y descubro que no es una muerte dolorosa... pero duele...


No escribo más, que es tiempo de ir a velarlo. En unas horas que regrese sigo...

(Pausa)

Han pasado casi 12 horas y aún no empieza la velación. Ese es uno de los problemas de morir de noche. Para quien lea desde el otro lado del mundo quizás sea extraño eso. Y tiene razón, aún para mi lo es, pero es la cultura que un par de abuelos tradicionalistas de 90 años conocen y a la cual no renunciarían.

La muerte tiene componentes de aprendizaje que son, sin duda, sorprendentes. Y quienes más enseñan son los niños. Nietos y bisnietos que viven el proceso de esta partida con una sensación extraña, con dolores. Su nieta preferida despierta a las 6 de la mañana a lanzar arroz a los pájaros, porque era lo que mi abuelo (o mejor, su abuelo) hacía todos los días. Esa misma nieta es la que pedía solo unas horas antes que "no se fuera, que le hacían falta sus besos" a lo que el abuelo solo respondía diciendo "ay mi niña, no me confunda más"

Es difícil eso de morir. Las promesas de un cielo esperan a unos. Las promesas de otra vida esperan a otros y a algunos no los espera más que la espera...

Esta entrada probablemente la borre en un par de días. Aprendí con el abuelo que hasta la muerte necesita intimidad, y en realidad no encuentro motivos para contar todo lo que cuento en este texto...

Si es leída por alguien, que sepa que estoy tranquilo pero triste. Hace poco más de un mes escribí que últimamente me ronda la muerte, lenta como tigre... A la física, solamente me resta despedirla.

último anexo:

Ayer fue el entierro. No es mucho lo que puedo comentar. No lloré, y no por falta de tristeza. Solo al momento de empujar el féretro rumbo al carro de la funeraria, un enorme dolor me recorrió el cuerpo, desde la base de la espalda subía rápido, como un vaso de agua que se llena... pero aún así no lloré. Y no es de orgullo decirlo. La verdad, me hubiera gustado haber llorado (lo digo yo, que lloro en películas y comerciales) pero en este caso las lagrimas simplemente no supieron encontrar el camino...

Me queda ahora el mismo dolor, y una duda enorme que me ha puesto mi padre: "vos, que sos artista, haceme un retrato de mi padre" ¿Y que puede responder uno a eso? Por ahora solo pedirle a las musas que me acompañen y que sean ellas quienes dibujen, porque yo no se como hacerlo...

Solo me resta decir aquellas palabras con las que terminó la homilía:

"muerte, llévate mi nada, que yo me quedo con mi todo..."

8 versos

a emejota


Me han pedido, aunque sin atreverse del todo, un verso plegado 8 veces con la rima que quisiera. Mágico pedido y, por demás complejo. Elegir un verso, un solo verso. Elegir entre tantos y tantos aquella única frase que podría ser el verso que diera forma a tanto por decir. Creo que, la verdad, me resultaría igual de complejo elegir ocho. Solo ocho. Y bueno, uno no sabe cuál ha de ser el criterio para elegir entre uno y otro. Ni tampoco sabe cuál es aquella palabra que quien lee o escucha desea oír… De hecho, ni siquera sé si he de preferir un verso propio. Decía mi madre que “todos alguna vez cometemos poesía” y yo le creo… el asunto es que lo que cometa no sea tan fútil como tanta poesía que nos ronda.


Luego cambio de problema. Me han pedido que aquel verso sea doblado 8 veces… Otra cuestión mágica… Ocho corchéas viven en un compás, ocho suelen ser los compases que se usan para generar una pregunta y ocho los que se usan para dar una respuesta. Si la pregunta es breve, y la respuesta también, son los mismos ocho compaces los que contienen la duda y la solución… Ocho dicen que son los puntos cardinales, y con frecuencia, decimos que nos veremos en ocho días, número mágico que en realidad representa solo siete, el mismo siete que insondablemente nos obliga a llegar a la octava nota de la escala…

¿Que puede ser plegado con solo 8 dobleces? Una vida entera. En realidad, nunca he sido experto en el origami sub-10, extraña categoría creada para modelos que son realizados con menos de 10 dobleces. Este arte del sub-10, por naturaleza simbólico obliga a tomar solo lo esencial, dejando de lado todo aquello que sea accesorio. Obliga a elegir con cuidado. Obliga a estudiar.


Pues bien, plegar este verso tardó más de 8 días, y no por la complejidad del modelo sino por la enorme tarea de decisión que implico elegir que debía ser plegado. Al finn, en medio de mares de palabras y destinos, encuentro aquello que debe ser plegado…

Me han pedido, aunque sin atreverse del todo, a enseñar mis manos, y eso ha sido lo que me ha permitido tener 8 versos que preguntan y ocho que responden, sin rimas, sin métricas, sin consonancias. Ocho versos que se atreven a doblar.

Pido a mis manos que hablen un lenguaje de caricias
Tercas, dicen no: hoy es día de palabras nuevas.

Caprichosas van por su cuenta a buscar lenguajes nuevos
que resuenan en silencio

Desdibujan en el aire dedo a dedo, palmo a palmo
cruzadas por líneas que señalan un destino en el que no creen
(o se cansaron de creer.)

Pido a mis manos que digan algo nuevo
Y ellas, cautas, piden consulta al alma…

Consiguen los dedos ver lo que los ojos tocan
Peldaño a peldaño
se va el alma por los dedos (blanco negro, negro blanco)
Pliegue a pliegue
cantan de seres no creados (valle montaña, montaña valle)

Pido a mis manos un lenguaje de caricias,
y ellas, amantes, se ponen a hablar.

Daniel Naranjo

domingo, mayo 28, 2006

De magos, espantapájaros y circos.

La vida suele estar llena de personajes que son, por decir lo menos, circenses… Desde trapecistas que brincan de un lugar a otro, sin arnés o red, hasta payasos que más que risa dan lástima. No todos los personajes de circo espantan, ni todos hacen reír. Algunos de ellos reivindican la vida y dan sonrisa aún en horas oscuras…

En medio de este circo existen dos que quiero recordar: El primero, aunque tiene más de 100 años se encuentra siempre cercano: Solo es seguir el camino amarillo. Sobre ese, no puedo negar que me encanta. No hablo de la película que, cuando más, recuerdo borrosamente. Hablo del libro y hablo también de la magia de sus personajes. Hablo del Mago de Oz y de un león que busca valor, un hombre de hojalata que no pisa hormigas porque “cuando uno no tiene corazón debe cuidarse de hacer daño a otros”, y un brillante espantapájaros que busca un cerebro. Y claro, una niña que busca el camino para volver a casa… No es solo que la simbología de cada personaje sea prácticamente “mágica”, es también que todos somos, en algún momento de la vida, o leones, o espantapájaros, o hombres de hojalata, o magos, o con mucha frecuencia niños que buscan el camino a casa (que rara vez es amarillo).

En origami, solo conozco una versión completa con todos los personajes: Obra de alta ingeniería, los modelos de Kamiya sobre el Mago de Oz le dieron, como siempre, el título del “Origami Champion”. Creo recordar también que existe algún otro espantapájaros por ahí, en alguna web, aunque ninguno de ellos es tan espectacular como el ya mencionado…

El segundo circo que quiero recordar le ha dado luz tanto al arte circense en general como a muchos otros artes y a muchísimos espectadores. Le ha dado sol a muchos. Sus personajes son ante todo seres plásticos. Confluyen en ellos seres de Dalí o Magritte, confluyen los sueños de muchos…

¿¿¿A que viene todo eso??? Es simple: Ambas cosas se han mezclado para dar origen a estos extraños personajes de papel. Pudieran parecer espantapájaros, o mejor, pajes de la corte de Oz, o… podrían parecer quizás aquellos personajes de circo… En todo caso los presento (o se presentan) en sociedad, dispuestos a enfrentarse a tantos circos que nos rodean.


Origamísticamente hablando, son típicos modelos humanos, de aquellos que tanto me gusta crear. Sin embargo, estos son modelos que nacen como un estudio del volumen. Ya había trabajado ese tema con los modelos de Botero que estan en la web de nícolas, pero éste es un nuevo giro, una nueva forma, un nuevo estudio...

un abrazo a todos...

martes, mayo 23, 2006

Animal


Uno de los temas más frecuentes en el origami es el de los animales. En eso, existen maestros del hiper realismo que llegan al extremo de hacer que cuando uno mira un león real no vea un león: ve una imitación del modelo que algún maestro hizo imitando un león. Realidad y virtualidad, imagen y sombra. Mis modelos animales están lejos de llegar al extremo que acabo de plantear. Son, cuando mucho, abstracciones de lo que el animal real representa. Son abstracciones que disfruto enormemente.

En particular me parece complejo para aquellos creadores de origami animal expresar más allá del realismo. En otro tipo de modelos es más fácil plasmar un precepto artístico, una idea, aquello que el alma quiere decir, es más fácil conmover el espíritu. En el origami animal la valoración del modelo suele limitarse a un "se parece al modelo real" quitando de la escala de evaluación otra serie de parámetros que tienen igual validez. Se sigue evaluando las beldades técnicas, por supuesto, pero apenas algunos maestros están modificando la lectura que se dá de dichos animales.
En eso hay que dar las gracias a quienes están logrando que la pose sea importante. Pero estos maestros lo están haciendo sin dejar de lado el realismo... Es decir, parece que el realismo en ellos se ha vuelto la norma para poder empezar con la magia de la postura... Yo, la verdad, no llego tan allá en cuanto al realismo... Sin embargo, algunos de los modelos que he plegado pueden considerarse por lo menos "altamente imitativos". Esta cabeza de jirafa es uno de ellos. Nícolas Terry tuvo la gentileza de presentarla en su web hace unas semanas, y apenas ahora me he dado a la tarea de obtener su CP.
Como verán los expertos es un modelo muy sencillo, que espero puedan resolver sin dificultad.
Un abrazo a los lectores

miércoles, mayo 17, 2006

Se va la lengua.

El título de la entrada no tiene ninguna explicación obsena (de esas deliciosas y perversas) ni tampoco es un elojio a la salamería o al “excelentísimo acto comunicativo” llamado vulgarmente como chisme, aunque podría. El título tiene que ver con el coco… Si, sin duda el COCO existe, aunque me refiero al de los publicistas “copia y coincidencia”. Ya dije eso antes. A veces uno copia. A veces es conciente, a veces accidental. Pues bien, en la última entrada he colocado como ilustración una foto de un modelo que plegué hace escasamente un año. Una larga lengua sale de la boca y, como la palabra, amenaza o envuelve o acaricia o devora o tortura o olvida o simplemente se menciona… Pues bien, en este caso, me han enviado una foto de un “devorador de origami” que pongo aquí: un hermoso rostro del cual sale una lengua que devora una torpe grulla…

A todas luces, dado el autor del modelo, estoy seguro que ya lo conocía. Incluso, que cuando lo ví me hubiera encantado, e incluso es probable que quisiera plegarlo, o reinventarlo. ¿Cómo no iba a gustarme a mí ese modelo tan típicamente expresivo?

Y bueno…, parece que así fue, he reinventado aquel devorador aunque la verdad no lo recordaba. Es distinto cuando es conciente, como en el caso del cubo enigma de Mitchel que con alevosía y premeditación traté de reproducir, o con la hermosa medusa de Sirgo, que casi descaradamente simplifiqué y tuve el abuso de pensar que era un modelo mio (menos mal en el arte uno también madura y logra saber cuando lo original es propio y cuanto tiene otro origen)

Dicen también que “el plagio no es plagio si además de hurto hay asesinato…” En este caso me declaro culpable de inocencia: el hurto fue accidental y el asesinato dudo de que haya existido porque es harto difícil matar ese original…

Asi que ya saben: a veces la influencia emerge sin llamarla, la memoria se dispara sin pedir permiso y sin pasar por el filtro de la descencia. A veces salen cosas de uno que son de otro (o deberían serlo)…

Y, si por casualidad Saadya llegara a leer este texto, solo le diría que me declaro “saadyanista” y que debería estar feliz, porque inventó un nuevo modelo, solo que en este caso nació de las manos de otro origamista.

lunes, mayo 15, 2006

Palabras

“Las palabras son de aire, y van al aire”

Siempre había creído en las palabras. En la capacidad mágica que tenían para conjurar, para realizar, para profetizar. Siempre había creído que eran, como ya alguien dijo, el recurso cuando todo lo demás falla. Confieso que había creído en el poder de la palabra que es verbo y acción, que es cualidad, que nombra…

Pero he descubierto que las palabras no dicen lo que deben decir, que son escasas, que se quedan cortas. Frente a aquellos momentos que son, por decir lo menos, gloriosos, son tantas las sensaciones y emociones, son tantas las ideas, los dolores, las alegrías y los recuerdos que se agolpan en la garganta, que las palabras no saben decidir. No saben salir. Olvidaron decir. No existen aún palabras que logren explicar realmente una emoción, no existe un mágico poder que permita que un par de fonemas o que una serie de sonidos articulados puedan interpretarse y traducir aquello que queremos expresar.


Dudo mucho que el alma hable con palabras. No, no dudo, estoy seguro.

Cuando el alma se decide a hablar, no lo hace con palabras.

viernes, mayo 12, 2006

De blogs y explicaciones no pedidas

Hace poco más de seis meses nació, tímidamente, este blog. Fue el primer blog sobre origami en español. Pocos meses más tarde surgieron otro par que fueron “hermanos de este”… Hoy, pocos meses después, una avalancha de blogs en español derrumba en la red. La mayoría, tristemente nace para ser abandonado o permanecer durante meses en silencio. Otros, como estas soledades, lo único que tienen de origami son las fotos que acompañan a los textos (la mayoría de las veces extraños para cualquier lector desprevenido). En una mano se pueden contar aquellos blogs que estudian, seriamente, bien sea el origami, bien los modelos o sus plantillas, bien a los autores.

Frente a tantos y tantos blogs es claro que no es fácil mantener el rumbo. Y eso ha sido especialmente cierto con las Soledades de Babel. A veces pienso que este blog ha perdido el rumbo, y a veces comprendo que en vez de perderlo apenas lo ha encontrado.

Probablemente para aquellos que han venido las semanas anteriores lo leído les haya resultado oscuro además de extraño, y con razón. Me ronda la muerte y no he logrado convencerla de que es tiempo de irse (y no hablo solo de la muerte física que claramente esta presente, también la de las ideas, los tiempos y los que haceres). Así, me siento en la obligación de disculparme con los lectores, pero no puedo decir que no lo haya advertido desde antes, desde que nació este blog como “un espacio de catarsis”. Igualmente aseguro que seguirá siendo lo mismo: un espacio en el que contaré que se esconde detrás de cada modelo, la puerta trasera que motiva al arte, el túnel que sirve de acceso a otro.

Si a pesar de lo anterior deciden seguir leyendo solo me resta decir lo siguiente: Algunos leerán entre líneas y otros se perderán entre ellas. Algunos asentirán y otros negarán. Uno o dos se atreverán a comentar. Dos o tres verán la foto y olvidarán el texto (es su derecho). Tres o cuatro quizás regresen como vienen haciéndolo hasta ahora (a esos se los agradezco). A estos, a los otros y a los de antes les aseguro que el origami seguirá presente en las fotos y en los textos.

Mi esperanza es que todos los lectores (si aún existen) se sepan bienvenidos.



“Bienvenidos: Bien: ven, idos…”

martes, mayo 02, 2006

Cuando llega la luna

“Es la verdad que a veces ciertos sonidos inarticulados que, sin querer, nos salen de la boca, no son otra cosa que gemidos irreprimibles de un dolor antiguo, como una cicatriz que de repente se hace recordar.”

El hombre duplicado, José Saramago.


El acto de poner rostro a lo celeste ha sido innato al hombre. De hecho, es un acto típico justificado en la gestal, en la búsqueda de cerrar aquello que se nos presenta ajustándolo a cosas conocidas. Buscamos figuras en los tapices y los estampados, en las manchas que salen en una pared, en los nudos de la madera. Y, con frecuencia, nos sorprendemos encontrando rostros. La acción de poner un rostro a lo desconocido tiene dos efectos fundamentales: permite reconocer, y permite humanizar. Por la vía del reconocimiento puede conjurarse, por la de la humanidad puede vencerse, o amarse, o odiarse, o…

A finales de los 90, la nueva era trajo un resurgir de soles y lunas que comercialmente crearon un verdadero (aunque no real) firmamento en cualquier tienda. Adoradores del sol y de sus danzas circulares aparecían anunciando la salvación del mundo por medio de sus danzas (bueno, la verdad, algunos lograron salvarse a si mismos y eso es haber salvado al menos un mundo). Adoradores de la luna acudían a cuarzos y sombreros de punta, a reconocer en las fases y las manchas que mostraba, presagios de buenos tiempos por venir.

Últimamente me sorprende un proceso creativo que trata de salvar el alma de dolores y de ahogos, de cegueras ajenas y propias, de angustias. Un proceso que busca reconocer y nombrar, uno que busca salvar al mundo por medio de la danza, encontrar presagios de buenos tiempos por venir. El modelo de la muerte surge de inmediato, sin pruebas, como un vano esfuerzo por conjurarla, por nombrarla, por ponerle rostro… El modelo del sol surge con solo un ensayo anterior. Es bonito eso de que el sol salga cada día, a pesar de la muerte, de que lleve luz… También sale la luna, que en mis manos surge también con solo una versión previa que trabajaba sobre la misma idea.

Hay quienes decían, hace mucho, que el arte, que el verdadero arte, surgía del dolor, de aquellas cuchilladas que se hacían sobre el alma y que dejan marcas que no se olvidan… La verdad nunca creí dicha afirmación fuera cierta… Hoy descubro que tiene algo de verdad.

“El hombre solo dirá la verdad sobre si mismo al encontrarse detrás de una máscara”