Desde hace unos meses que estas soledades se encuentran carentes de palabras. No sé los motivos pero, en general, siento que tengo poco por decir. Y entre decir poco y decir nada, prefiero dejar que suenen mis silencios. Desde hace unas semanas me siento en el silencio.
Y parece que es un silencio como aquel del que hablé alguna vez; uno como el de las jirafas. Así que sigo haciendo silencio y presento este modelo. No es una modificación de la versión anterior. Es completamente diferente.
Lo interesante en esta figura es la torsión del cuello, más largo de lo que debería ser. El resultado es una simple complementación visual, con un cuello que equilibra su giro por medio de una mayor longitud.
Y dicho esto, retomo mi silencio, que espero no sea más largo de lo normal.