miércoles, octubre 10, 2018

Llueve a cántaros



Llueve a cántaros.

...y a cocas y a baldes y a poncheras, a cubos, cubetas y a palanganas. A tazones, platos hondos, tazas de tinto y de café. Llueve a vasos, y a manos juntas, a bocas abiertas mirando al aire. A copas, cuencos y cuñetes. Llueve hasta a floreros de boca ancha, a jarras de jugo dispuestas para la ocasión, a tinajas de leche, bañeras e incluso lavamanos si pudieran llevarse afuera. Llueve a frascos de mermelada y de conservas, a canecas de recoger agua y a canecas de basura, a moldes refractarios vacíos, a botellas que antes tenían té o gaseosa o detergente o alguna cosa que ya dejaron de tener.

También a vasijas llueve.






Supongo yo que aquel sea el problema de llorar, que luego llueve.