lunes, agosto 10, 2020

Cajón de sastre

Tengo en casa, oculto de todos pero especialmente oculto de mi, un grupo de cajas en las cuales guardo los modelos viejos que he creado a lo largo de la vida. Algunos están terminados. Otros no son más que borradores. Yo llamo a aquello mi cajón de sastre, homenaje a otros tiempos en los que los sastres tenían cajones con recortes y prendas no vendidas.

Hoy, como pasa a veces, debí buscar algo en aquel cajón. Trato siempre de que las incursiones en el mismo sean rápidas y limpias. Pero hoy aquello no fue posible. Debí revisar, casi figura a figura su contenido. 

He pensado, viendo todo aquello, que debería escribir un libro de origami. Se llamaría algo así como "los modelos del olvido" o "las memorias de aquello que no fue", en fin, sería algún nombre poético pero también ligeramente triste. 

Encontré allí modelos que no fueron, por supuesto, pero también modelos que en algún momento dejé allí, tratando vanamente de organizar la casa o quizás tratando de dejar espacio para otras cosas. Encontré modelos que me cuentan aún tantas viejas historias. Encontré también tantas visiones viejas de la forma en la cual he visto los pliegues a lo largo de esta vida de plegados que no pude dejar de preguntarme en los vaivenes de la vida. 

Tal vez, aquel inexistente libro de los modelos caídos en el olvido, me recuerde que, a veces, la vida es sólo caminar en medio del camino sin saber nunca cuál será el destino.