miércoles, enero 02, 2008

Ejercicios sobre imitación

Hay un ejercicio que realizo con frecuencia. Es un ejercicio que denomino de “imitación”. Aquí van las instrucciones:

a. Se toma una fotografía (solo una) de un modelo del cual no se tenga acceso a sus instrucciones

b. Se pliega el modelo.

c. Se pide inspiración divina

d. Fin

Una cosa es copiar y otra es imitar. Copiar es repetir, sin intervención de la novedad. La imitación, señalé en algún momento es un punto básico para el aprendizaje, y también para la creación de cosas propias. Releyendo lo escrito, (texto completo aquí) me sorprendió esta frase:

“El problema fundamental en términos del origami es que estamos olvidando la imitación y estamos cayendo en la reproducción. Y la imitación es enriquecedores en dos sentidos: enseña y produce una nueva manifestación artística. En cambio la reproducción no produce una nueva manifestación, se limita a ‘copiarla’ y aunque para el público pueda ser lo mismo, para el artista no lo es (de hecho, para el público tampoco debería serlo).”


En mi experiencia en los ejercicios conscientes de imitación la principal cuestión surge cuando el resultado es “exitoso”. He de confesar que, de hecho, pocas veces enseño el resultado de mis imitaciones, porque las cuestiones que me hago me impiden presentarlo: ¿Es nuevo el modelo? ¿Es propio el modelo resultante? Normalmente, el resultado es propio, pues el modelo lo ha plegado el creador, sin más ayuda que una foto de modelo terminado, pero ¿es nuevo?



Este es uno de esos casos. He tomado como foto final el soberbio gato presentado por Giang Dinh en Masters of Origami en Vancouver y tratado de plegar mi propia versión de dicho gato. El resultado, si bien tiene cierta distancia del original, no deja de lado un enorme parecido con el original. Me he cuestionado este par de días sobre si presentar o no el modelo, pero una búsqueda rápida en la web permite encontrar que este tipo de gatos no es un asunto nuevo. Herman van Goubergen plegó uno que puede considerarse base en un temprano 1996. Joisel sacó una versión hace cerca de un año. Anibal Voyer plegó uno más en la misma posición. Daniela Carboni tiene uno precioso de un par de hojas y los Sumakov tienen uno similar. Incluso Román Díaz ha sacado uno más.
Así, quizás este modelo sea un resultado de imitación, pero también es un modelo plenamente nuevo, uno que espero disfruten.


Ah, por cierto, y si alguien se pregunta: De todas las posibles opciones, prefiero el de Dianh...