jueves, diciembre 20, 2007

Pesebre

La tradición de los regalos navideños es una de esas que disfruto profundamente. Es, también, una de esas que resulta ser un problema cada año. No me gusta dar por dar, quiero dar a cada quien algo único, algo que sea especial, algo que al verlo me diga su nombre. Me siento un poco (cada navidad) como protagonista de un cuento de O Henry. Y eso, sobretodo en estos tiempos en los que no queda tiempo siempre resulta un problema.


La tradición de dar un modelo de origami en navidad es una que comencé hace un par de años, y que quisiera siempre poder continuar, pero esta vez el tiempo no me ha dado un respiro para tener listo este modelo en fechas decentes, lo que me obliga a ponerlo un poco contra reloj, sin palabras bonitas que lo acompañen, solo con intensión. Y este modelo tiene toda la intensión del mundo.


Para descargar los diagramas (con el niño que no aparece en la foto) solo un:












Que vengan buenos tiempos, que vengan tiempos de paz para todos, que venga una navidad de todo el año.


Para todos aquellos que aún quieran plegar algunos modelos de navidad, recuerden que un arbolito, un reno, y un viejo modelo de campana con hojas pueden ser opciones para comenzar.