A lo lejos
un canto que atraviesa la montaña.
Adivino su presencia
antes de que llegue hasta mí el sonido.
Es el viento, lo sé de cierto
contando
que acaricia las hojas del árbol al pasar.
Es el árbol, que canta su presencia
Es el tiempo que ve a uno en el otro jugar.
A veces
sobretodo cuando hace frio
se mete en la casa y ya no quiere salir
lo desordena todo
los papeles
las cortinas
los móviles que cuelgan.
Es el viento, insisto
que historias de viaje tiene
y cantos
y palabras olvidadas
y también historias
y recuerdos de una que otra soledad
Yo le presto mis oídos
y el se pasea en ellos
contando
lo que tiene que contar.
A veces el viento
por dentro
trae tempestad.