Algunas veces he trabajado sobre la imitación técnica. En resumen, uno toma la figura de otro y la imita técnicamente, imita la forma que su usa para plegarla. Es decir, copiamos la forma en que se hace, pero no la figura como tal. Ejemplos sobre eso existen muchos. Por ejemplo, a partir de una base pájaro muchos han plegado dragones (otro y otro)que, aunque son técnicamente similares son cada uno diferente. Casi nunca he presentado en público los modelos que he creado siguiendo esta imitación, principalmente porque los siento modelos ajenos. Aunque es lógico que esto ocurra cuando uno no crea desde cero, destaco que es uno de los métodos que más rápido permiten obtener herramientas para crear modelos propios, y, además, permite empezar a sentirse creador (o al menos “encontrador”) de modelos.
Existe otra clase de imitación que es de la que hablaré en este caso. La imitación del modelo terminado. El último caso es un oso polar. El modelo “original” (a la izquierda) es de Patricio Kunz, pero el modelo que he creado (a la derecha) simplemente “imita” el modelo final creado por Patricio. No existe ninguna semejanza técnica entre uno y otro, pero el resultado final en cambio si guarda su parecido… Imitación estética. Imito el resultado final del modelo, no el camino empleado para obtenerlo…
La imitación esta relacionada con la influencia. Da igual si es imitación técnica o imitación estética, uno empieza a imitar aquellas cosas que generan influencia sobre lo que uno desea en su origami.
A veces ambas imitaciones confluyen en un modelo. Es el caso de este lobo que he creado (o mejor imitado). La parte técnica se la debo a Maekawa, quien diseña en Viva Origami un zorro. Simetría paralela a los bordes y a partir de esto se obtiene un bonito modelo (no le hagan caso a la foto que presenta Maekawa, puede quedar aún mejor). La parte estética se la debo a Román Díaz, y su coyote. Lógicamente el modelo no es igual ni al zorro de Maekawa ni al coyote de Román. Es propio.
Una última cuestión que me encanta: Algunas veces la imitación estética da resultados que son prácticamente idénticos (me ha pasado con la hermosa medusa de Manuel Sirgo, con un elefante de Yoshizawa, y con otro par de modelos). Esos dos modelos que menciono tienen una magia especial: El modelo terminado enseña bastante bien, aunque no se conozcan los diagramas, como esta hecho el modelo. Eso es una belleza que no muchos modelos tienen, y que con frecuencia se agradece.
Existe otra clase de imitación que es de la que hablaré en este caso. La imitación del modelo terminado. El último caso es un oso polar. El modelo “original” (a la izquierda) es de Patricio Kunz, pero el modelo que he creado (a la derecha) simplemente “imita” el modelo final creado por Patricio. No existe ninguna semejanza técnica entre uno y otro, pero el resultado final en cambio si guarda su parecido… Imitación estética. Imito el resultado final del modelo, no el camino empleado para obtenerlo…
La imitación esta relacionada con la influencia. Da igual si es imitación técnica o imitación estética, uno empieza a imitar aquellas cosas que generan influencia sobre lo que uno desea en su origami.
A veces ambas imitaciones confluyen en un modelo. Es el caso de este lobo que he creado (o mejor imitado). La parte técnica se la debo a Maekawa, quien diseña en Viva Origami un zorro. Simetría paralela a los bordes y a partir de esto se obtiene un bonito modelo (no le hagan caso a la foto que presenta Maekawa, puede quedar aún mejor). La parte estética se la debo a Román Díaz, y su coyote. Lógicamente el modelo no es igual ni al zorro de Maekawa ni al coyote de Román. Es propio.
Una última cuestión que me encanta: Algunas veces la imitación estética da resultados que son prácticamente idénticos (me ha pasado con la hermosa medusa de Manuel Sirgo, con un elefante de Yoshizawa, y con otro par de modelos). Esos dos modelos que menciono tienen una magia especial: El modelo terminado enseña bastante bien, aunque no se conozcan los diagramas, como esta hecho el modelo. Eso es una belleza que no muchos modelos tienen, y que con frecuencia se agradece.