a Juan Pedro Rubio
Esta entradas se encuentra en deuda desde hace varias semanas. Y es una de esas que vuelven a hablar sobre la copia... Ya hablé de eso aquí, aquí y aquí, así que verán que no es un tema nuevo. A veces hablo tanto de lo mismo que parece que soy monotemático. Adicionalmente, parece que tantas veces he copiado que el tema se ha ganado sitial propio.
En septiembre, presentaba la foto de una mujer dormida.
El modelo era el resultado de profundizar en la búsqueda de superficies sobre líneas, de una expresión distinta. El modelo, era también resultado de un modelo anterior (este modelo) que encontré en una de las reuniones mensuales de LAO. Ambos modelos me resultan encantadores pues siguen esa línea de la simpleza que tanto disfruto y que tanto placer (y dolor) me ha traido. Tan orgulloso estaba que, incluso, iba a ser publicado en Pajarita, que es una de mis revistas favoritas de origami...
Unos días más tarde, Juan Pedro Rubio, origamista español sumamente apreciado, me comentó que había plegado un modelo que resultaba prácticamente igual. Incluso el modelo resultaba aún más simple que el que yo presenté. La verdad sea dicha, el modelo me encantó. No sé si defenderme, y decir que "esas cosas pasan". Juan Pedro nunca presentó el modelo en sociedad, ni se encuentran fotos sobre él en la red. Sin embargo, he contado con su autorización para publicar en estas soledades una foto de lo que hizo.
Sus durmientes miran (con ojos cerrados) aquello que pasó y aquello que vendrá. Miran con infinita simplicidad. Es una mirada simple pero no simplista.
A partir de esta nueva copia accidental, dialogaba con Juan Pedro sobre la interpretación que cada uno da a aquello que hace. Es interesante encontrar que aún modelos tan similares resulten tan distintos. El mismo descubrimiento se explota de formas tan discímiles que resulta sorprendente.
En parte, y como lo dije hace algunos años, el peligro de la copia es uno de los riesgos cuando se vá en busca de la simplicidad. Ideas simples con resultados similares.
Juan Pedro logró hacer (muchos años antes que yo) un modelo aún más simple que giraba sobre la misma línea de la simpleza, y consiguió en el modelo aquello que muchos considerarían la grandeza.
Como dato al margen: Los diagramas de este modelo iban a ser publicados en la revista de la AEP, pero tras una larga reflexión se decidió no hacerlo. De forma espero acertada se decidió que los diagramas no deberían salir en una revista, y menos aún en una revista española, dado que podrían dar lugar a disputas sobre su origen. En particular, Juan Pedro es uno de los origamistas españoles que más aprecio. Desde hace muchos años uso una frase suya que leí alguna vez, y la he usado tanto que ya en Colombia muchos creen que es mía.
Así que he de despedir esta entrada usando esa misma frase,
"ahora, dejamos fluir el .... que llevamos dentro..."