sábado, diciembre 29, 2007

A galope

A mi padre, amante de Leonardo y a quien debo el nombre de Felipe.

(y quien, por cierto, nunca ha leido este blog)




A veces me atacan así, a galope, cuestionamientos que para la mayoría resultan tontos. Me cuestiona, por ejemplo la edad de las estrellas, el destino de las mariposas cuando mueren, o a qué sonaría el canto de una jirafa. Me cuestiona por qué pliego, tantas veces el mismo tema en los modelos, si en tan frecuentes ocasiones quedo contento con “la primera versión” que saco de una figura.


Este es uno de esos casos. He plegado ya varios caballos, buscando uno que diga lo que quiero decir. Y la tarea no ha sido simple pues no soy un diseñador de animales en origami. En mi defensa, he de decir que la mayoría de veces no han sido “caballos” a secas, sino pegasos, unicornios, jinetes, o incluso caballos que nacen de las olas.




Al hablar de animales, se piensa en Román, en Yoshizawa, en Gabriel Álvarez, en Albertino... no en Naranjo, y puede deberse a eso que rara vez encuentre el animal que pide el alma. También puede deberse a que, simplemente, me gustan los caballos. O también, ahora que lo pienso, a que mi segundo nombre es Felipe.


En últimas, pocos animales presentan tanto atractivo como los caballos. Nobles (así los vemos), poderosos (que así lo son), pero sobretodo amigos. No es en vano que Gulliver los prefiera sobre los hombres en uno de esos viajes que la versión que leímos de niños no nos contó a la mayoría.




Ya he hecho varias veces la lista de algunos caballos famosos (Brill, Miyajima, Komatsu, Diaz, Wu, Voyer (diagramas), Saadya, Weiss y Lang). Solo resta esperar a que este que hoy presento pueda entrar, también, a formar parte del panteón equino.


Y ojalá lo haga así, a galope

El libro de mi hermano

Mi familia raras veces aparece en estas soledades. No sé los motivos exactos, pero pocas veces escribo sobre ellos. Y es impresionante. Tengo por padre un hombre renacentista que vino a equivocarse en 500 años de su fecha de nacimiento. Igual un día te habla sobre literatura antioqueña que sobre mitología, igual te habla sobre el comportamiento de los fluidos laminares que sobre la obra completa de Nietzsche. Mi padre es, a todas luces un genio renacentista. En gran parte es a él a quien más debo el amor por el arte (aunque hoy y en muchos casos sean artes bien distintos los que nos gustan). Quisiera también hablar de mi madre (espejo de amores y de sueños), de mi hermana o mi sobrina, de mi nuevo sobrino, o de tantos más. Pero hoy solo hablaré de mi hermano, Nicolás Naranjo Boza, por si las dudas.

Mi hermano (mayor), ha publicado su primer libro. Su primera búsqueda dice él. Es un libro de poemas. Y a mí me ha sorprendido que el primer libro de mi hermano sea un libro de poemas. Me parece sorprendente que aún haya alguien que se atreva a escribir un libro de poemas. Me parece sorprendente que aún haya alguien que se atreva a leer los poemas que otro escribe. ¿Por qué, aún, hay quien escriba versos en estos tiempos de hastío? ¿Por qué, aún, hay quien busque versos en los tiempos de la virtualidad y de la máquina? ¿Por qué…?

Mi hermano ha publicado un libro, en donde algunos poemas se vuelven canción, en donde la intención no es vender, en donde simplemente deja que el alma fluya.
Entonces, me pregunto, si acaso lo que le cuestiono a él no será lo mismo que me pregunto todos los días. ¿Por qué, aún, hay quien pliegue versos en estos tiempos de hastío? ¿Por qué, aún, hay quien busque pliegues en los tiempos de la virtualidad y de la máquina? ¿Por qué…?
No conozco porqués. No conozco de respuestas. Mi hermano (mayor), ha publicado su primer libro. Y yo quisiera que no fuera el último. Y también, porqué negarlo, quisiera poder yo publicar el mío.

jueves, diciembre 20, 2007

Pesebre

La tradición de los regalos navideños es una de esas que disfruto profundamente. Es, también, una de esas que resulta ser un problema cada año. No me gusta dar por dar, quiero dar a cada quien algo único, algo que sea especial, algo que al verlo me diga su nombre. Me siento un poco (cada navidad) como protagonista de un cuento de O Henry. Y eso, sobretodo en estos tiempos en los que no queda tiempo siempre resulta un problema.


La tradición de dar un modelo de origami en navidad es una que comencé hace un par de años, y que quisiera siempre poder continuar, pero esta vez el tiempo no me ha dado un respiro para tener listo este modelo en fechas decentes, lo que me obliga a ponerlo un poco contra reloj, sin palabras bonitas que lo acompañen, solo con intensión. Y este modelo tiene toda la intensión del mundo.


Para descargar los diagramas (con el niño que no aparece en la foto) solo un:












Que vengan buenos tiempos, que vengan tiempos de paz para todos, que venga una navidad de todo el año.


Para todos aquellos que aún quieran plegar algunos modelos de navidad, recuerden que un arbolito, un reno, y un viejo modelo de campana con hojas pueden ser opciones para comenzar.

domingo, diciembre 02, 2007

Duendecillo recurrente

Hace dos años plegué por primera vez una aproximación a este duendecillo. Para quienes no lo conocieron en ese momento dejo el link con lo dicho en ese momento.


En ese tiempo no pude o supe tomar una buena foto. El duende estaba rebelde y simplemente no quería ser fotografiado. Hoy lo comprendo, pues la distribución de capas de papel generaba un color lateral que no era muy atractivo, y no importa si eres un duende de papel o de carne, la apariencia también cuenta.


Hace unos días retorné al modelo, buscando ese otro duende del que tantas veces he hablado. Y, lo encontrado me gustó. Una distribución interesante del papel, con un juego de pliegues que no es el normal para mis modelos, y sin embargo me gusta.



No es mucho lo nuevo que pueda decir sobre los duendes o sobre el modelo. Solo puedo señalar que es curiosa la forma en que abundan ya los duendes en internet. Fabián Correa plegó uno hermoso (especialmente su segunda versión que aún no está en la red), pero pocos son tan buenos como los de Joisel. Incluso yo, años atrás, plegué un par de duendes que enseñé en la web de nícolas (1 y 2).



Hoy, que los tiempos corren, es probable que se haya hecho tarde para mi duende. Eso pasa con los tiempos, que aún para los modelos en papel siguen pasando. Uno a veces se equivoca de tiempos y permite que los modelos se muestren en momentos que no son los correctos, en coyunturas que no permiten que el modelo sea visto. Uno a veces se equivoca de tiempos y crea modelos que debieron ser creados hace 20 años, o modelos para los que aún no existen ojos capaces de ver.


Pero hoy, que empieza la navidad de nuevo, puede ser un buen tiempo para aparecer una vez más.

***


Versión en portugués, Gregorio Vainberg

Duendezinho recorrente

Faz dois anos, dobrei pela primeira vez vez uma aproximação a esse duendezinho. Aos que não o conheceram nesse momento deixo o link com o dito nesse momento.

(Click)


Nesse tempo não pode, ou não soube, tirar uma boa foto. O duende estava rebelde e simplesmente não queria ser fotografado. Hoje o entendo, pois a distribuição das camadas de papel gerava uma cor lateral que não era muito atrativa, e não importa se você é um duende de papel ou de carne, a aparência também conta.

Faz alguns dias voltei ao modelo, procurando esse outro duende do que tantas vezes falei. E gostei do achado. Uma distribuição interessante do papel, com um jogo de dobras que não é o normal para meus modelos, porem, gostei.

Não é muito o novo que possa dizer sobre os duendes ou sobre o modelo. Só posso assinalar que é curiosa a forma em que abundam os duendes na Internet. Fabián Correa dobrou um muito bonito (especialmente sua segunda versão que ainda não está na rede), mais, poucos são tão bons quanto os de Joisel. Incluso eu, anos atrás, dobre um par de duendes que ensinei na web do Nicolas (1 e 2).




Hoje, que os tempos correm, é provável que seja tarde para meu duende. Isso passa com o tempo, que ainda para os modelos de papel, continua passando. Um às vezes equivoca-se de tempos e permite que os modelos se mostrem em momentos que não são os corretos, em conjunturas que não permitem que o modelo seja visto. Um às vezes equivoca-se de tempos e cria modelos que deveram ter sido criados há vinte anos, ou modelos para os que ainda não existem olhares capazes de enxergar.(*)



Pero hoje, que começa o natal de novo, pode ser um bom tempo para aparecer mais uma vez.

domingo, noviembre 25, 2007

Bajo perfil

Hace algunos cientos de años, en gran parte del mundo se empleaba una hermosa forma de arte llamada bajo relieve. Hoy, son pocos los artistas que emplean esta forma, que tanto enriqueció la arquitectura. Cuando más, puede verse en algunos cementerios, donde aún algunos piden que las lápidas tengan algo que permita ver “arte” en ellos. Pero los bajo relieve se han ido perdiendo, como tantas técnicas que misteriosamente caen en el olvido.


La semana pasada estuve visitando uno de los sitios que más amo de Medellín, el Museo Cementerio de San Pedro. Es un lugar hermoso, que recomiendo a todos los turistas pero sobretodo a quienes viven en Medellín que no saben lo que en el museo puede encontrarse. Perdidos, encerrados entre cientos de lápidas, el visitante pueden encontrar una arqueología de la sociedad antioqueña, y una cronología de personajes ilustres. Puede encontrarse, por ejemplo, la tumba de Pedro Nel Gómez, un muralista de dotes excepcionales (y en cuya tumba ningún mural se encuentra), o la de Jorge Isaac, autor de la novela más importante del Valle del Cauca, quien pidió ser enterrado en Medellín. Se encuentra también la tumba de Efe Gómez, ingeniero y poeta, o la de Fidel Cano, el fundador del periódico que fuera el más importante del país. También un monumento en donde antes se encontraba la tumba de Gardel (porque no se sabe aún donde nació Gardel, pero sí que en Medellín dejó su voz).



A mí, lo que me gusta del cementerio no es la cantidad de personas ilustres que yacen olvidadas, sino el arte que vive en él. Hace 100 años, San Pedro era el cementerio de los ricos, así que hermosas esculturas de gustos exquisitos adornan cada parte, cada rincón. Un ángel silencioso pide al visitante que guarde sus palabras, y otro, vigilante, empuña una espada que no debiera ser blandida. Tres mujeres caminan llorando sobre uno de los mausoleos, y una más, desconsolada, llora sobre la tumba de su hijo. Hoy, San Pedro, es en cierta medida el cementerio de los pobres. Resulta encantador entonces descubrir como en las tumbas más recientes el arte a dejado paso a nuevas manifestaciones también cargadas de significado. Ahora sobre las tumbas se colocan imágenes de equipos de futbol, se decora con pintura y con fotos, con muñequitos de plástico, con carritos de metal.


Pero hoy quiero seguir hablando de lo viejo, del arte de hace cien años. Las esculturas del cementerio cuentan, cada una, una historia distinta. Historias de dolores que la mayoría de las veces son más homenaje a la muerte que a la vida. Historias de quienes dejan dolores con sus partidas. Por ejemplo, aunque suene extraño, he de jurar que cada vez que veo a esa mujer tendida sobre la tumba de su amado tengo un irrefrenable deseo de consolarla.



Conocí San Pedro hace años, y desde eso me gusta visitarlo cada cierto tiempo. Me gusta el arte de Marco Tobón Mejía que se ve en diversos lugares, la Pieta que sigue siendo dolorosa y, en fin, tantas y tantas obras más. Esta última visita, sin embargo, ha resultado nueva. Vi por primera vez los bajo relieve con el detalle necesario para entender que no logro entenderlos bien. Quisiera lograr que ellos nacieran del papel, pero no logro entender cómo hacer para que surjan sin necesidad de esconder toneladas de papel.


Días antes de ir al cementerio trataba de plegar un nuevo modelo que, precisamente, surgía del bajo relieve. Un estudio sobre la forma y el contorno, que ya antes había hecho (1 y 2), pero esta vez de una forma diferente. En esta ocasión pensaría que es más cercano al origami (que ya son claros los dobleces), y sin embargo sigue manteniendo una enorme distancia que creo que aún no ha sido explorada por los origamistas.



Y aunque el tema no es de aquellos que puedan verse en el cementerio, sobra decir que el arte en él ha sido camino que ayuda a dejarla fluir. Que las curvas de este modelo, bajo relieve, sirvan para salir de este bajo perfil que llevo los últimos meses.


***
Versión en portugués, Gregorio Vainberg



Centos de anos atrás, em grande parte do mundo empregava-se uma formosa forma de arte chamada baixo relevo. Hoje são poucos os artistas que empregam esta forma que tanto enriqueceu a arquitetura. Somente, pode se ver nalguns cemitérios, onde ainda alguns pedem que as lapides tenham algo que permita ver “arte” nelas. Mas os baixo relevo foram se perdendo, como tantas outras técnicas que misteriosamente caem no esquecimento.

Na semana passada visitei um dos lugares que mais amo em Medellín, o Museu Cemitério de San Pedro.È um lugar muito bonito que recomendo a todos os turistas, mas, sobre todo aos moradores de Medellín que não sabem o que pode encontrar-se no museu. Perdidos, presos entre centos de lapides o visitante pode encontrar uma arqueologia da sociedade antioqueña, e uma cronologia de personagens ilustres. Pode se encontrar por exemplo, o túmulo de Pedro Nel Gómez, muralista de excepcionais dotes, el fundador del periódico que fuera el más importante del país. También un en donde antes se encontraba la tumba de Gardel (em cujo túmulo mural nenhum se encontra), ou a de Jorge Isaac, autor da novela mais importante do Valle Del Cauca, quem pediu ser enterrado em Medellín. Encontra-se também o túmulo de Efe Gómez, engenheiro e poeta, ou o de Fidel Cano, fundador do jornal que fora o mais importante do pais. Também há um monumento onde antes se encontrava o túmulo de Gardel (se bem não se sabe ao certo onde nasceu Gardel, sabe-se, que foi em Medellín que deixo a sua voz).

O que eu gosto do cemitério não é a quantidade de pessoas ilustres que jazem esquecidas, senão a arte que neles mora. Há cem anos, San Pedro foi o cemitério dos ricos, razão pela qual formosas esculturas de refinado gosto, enfeitam cada parte, cada canto. Um anjo silencioso pede ao visitante que guarde suas palavras, e outro, vigilante, empunha uma espada que não devera ser brandida. Três mulheres caminham chorando sobre um dos mausoléus, e mais uma, desconsolada, chora sobre o tumulo de seu filho. Hoje, San Pedro é em certa medida o cemitério dos pobres. Resulta encantador então descobrir como nos túmulos mais recentes a arte há deixado passo a novas manifestações também carregadas de significado. Agora sobre os túmulos colocam-se imagens de times de futebol, decora-se com pintura e com fotos, com bonequinhos de plástico, com carrinhos de metal.

Mas hoje quero continuar falando do velho, da arte de cem anos atrás. As esculturas do cemitério contam, cada uma, uma historia diferente. Historias das dores que na maioria das vezes são mais uma homenagem à morte do que à vida. Historias dos que deixam dores com suas partidas. Por exemplo, porem possa parecer estranho, hei de jurar que cada vez que vejo àquela mulher deitada sobre o túmulo do amado tenho um irrefreável desejo de consolá-la

Conheci San Pedro faz anos, e desde então, gosto de visitá-lo cada certo tempo. Gosto da arte de Marco Tobón Mejía que se vê em diversos lugares, a Pieta que segue sendo dolorosa e, em fim, tantas e tantas obras mais. Essa última visita, porem, resulto-me nova. Vi por vez primeira os baixo relevo com o detalhe necessário para entender que não logro entendê-los bem. Quisera lograr que eles nasçam do papel, pero não consigo entender como fazer para que surjam sem a necessidade de esconder toneladas de papel.

Dias antes de ir ao cemitério tentava dobrar um novo modelo que, precisamente, surgia do baixo relevo. Um estudo sobre a forma e o contorno, que já antes tinha feito (1 y 2), pero dessa vez duma forma diferente. Mas nessa ocasião penso que está mais perto do origami (que já são claras as dobras), porem, continua mantendo uma enorme distancia que acho que ainda não tem sido explorada pelos origamistas.

E ainda que o tema não é daqueles que possam ver-se num cemitério, sobra dizer que a arte nele tem sido o caminho que ajuda a deixá-la fluir. Que as curvas deste modelo, baixo relevo, sirvam para sair deste baixo perfil que levo nos últimos meses.

sábado, agosto 18, 2007

Novedades

Corren tiempos nuevos, y corren algunos abandonos... Pero, aunque poco pliegue últimamente, no he olvidado estas soledades, que últimamente se llenan de palabras..

Hoy, aún sin modelos nuevos por presentar, enseño dos novedades que me llenan de orgullo.

Una de ellas, es una novedad que no depende de mí, sino de la buena voluntad y ventura, de un origamista con tiempo y un segundo idioma. Untalgregorio (o más bien debiera decir Gregorio Vainberg) me ha regalado la traducción de una entrada. Lo que esperamos y deseamos, ambos, es que sean más, y eso permita a las 1120 personas brasileras que han entrado a soledades una lectura más a gusto.... Es solo un 4,4% del total de lectores de soledades. La inmensa mayoría lee en español, y lo seguirá haciendo, y algo más del 6.8% procede de Estados Unidos, pero como el español por esos lados va en aumento (y además no escribo en inglés) creo que no se sentirán ofendidos...

Por ahora, en portugués, solo una entrada: Otro ángel más, pero más vendrán y solo habrá que buscarlas con la etiqueta Portugués


La segunda novedad, creo que ya muchos la conocen, pero para aquellos que aún no:

He creado una galería en Flickr, con el tema del origami. Probablemente sea el sitio ideal para aquellos que simplemente quieren ver las fotos de los modelos, sin preguntarse por el texto que los origina o los acompaña. Espero les guste y eso no impida visitar estas soledades.


Un abrazo a todos los que aún están
daniel

***



Versión en portugués, Gregorio Vainberg



Correm novos tempos, e correm alguns abandonos... Mas, por mais que pouco dobre ultimamente, não esqueci destas solidões, que ultimamente enchem-se de palavras.
uma delas é uma novidade que não depende de mim, senão da boa vontade e ventura, de um origamista com tempo (nem tanto, N do T.) e um segundo idioma. Untalgregorio (que venho a ser eu, Gregorio Vainberg, N do T.) me presenteou com a tradução duma entrada. O que esperamos e desejamos, ambos, é que sejam mais, e isso permita às 1120 pessoas brasileiras que entraram a "solidões" uma leitura mais a gosto... È só um 4,4 % do total de leitores de solidões. A grande maioria lê em espanhol, e o seguirá fazendo, e pouco mais do 6,8 % procede dos Estados Unidos, mas, como o espanhol nessas bandas vai em aumento (e eu não escrevo em inglês) creio que não se sentirão ofendidos...


Por enquanto, em português, só uma entrada: Mais um anjo,; outras virão e só haverá que buscá-las com a etiqueta português.


A segunda novidade, acho que muitos já a conhecem, mas para aqueles que ainda não:
Criei uma galeria Flickr, com o tema origami. Provavelmente seja o sitio ideal para aqueles que simplesmente querem ver as fotos dos modelos, sem se perguntar pelo texto que os origina e acompanha. Espero que gostem e que isso não impeça visitar estas solidões.


Um abraço a todos os que ainda estão.

viernes, agosto 17, 2007

Creencia

CREENCIA


Creo en que tras la noche vendrán los días

En que las mañanas son el recuerdo de otros tiempos en que éramos más simples y más puros

Creo en vos, mujer, que despertás a mi lado.

En que para ser uno tenemos que ser dos y en que en el fondo no somos más que soledades.

Creo en que el tiempo simplemente pasa para que las cosas no pasen a un mismo tiempo

En que he de morir algún día, pero que antes quisiera haber vivido.

Creo en que para aprender hay que enseñar

En que para enseñar hay que oír

En que para oír hay que callar.

Creo que el cielo tiene forma de mujer, y en que el paraíso se encuentra oculto en la piel de una

Creo que he mentido, amado y muerto varias veces

que he vivido, odiado y desnudado otras veces más

Creo que Dios debe aburrirse eternidades estando solo

Creo en la piel de una mujer que me espera desnuda

Creo que no existe diferencia entre arte y ciencia

En que existe una escalera de caracol que da vueltas a la luna

En que las estrellas se pasan contemplando como la tierra sale cada noche

En que somos tontos

En que somos sabios

Creo en la maldad del hombre, aunque a veces cometemos actos buenos

Que no hay verdad cierta ni mentira falta

Creo en la poesía

En el arte

En la belleza

Creo en la literatura como liberadora

En la escultura

En la música, la buena música

Creo en que el universo confabula, constantemente, por enseñarnos aquello que merecemos aprender

Creo en los principios, en los finales, en las reuniones

Hay días en los que también creo en mi mismo

Y otros en los que creo en los otros

Si, Creo

Daniel Naranjo

***

Versão em português (Untalgregorio)


Crença



Creio em que trás da noite viram os dias

Em que as manhãs são a lembrança de outros tempos em que fomos mais simples e mais puros

Creio em você, mulher, que acordas ao meu lado.

Em que para ser um, temos que ser dois, e em que no fundo não somos mais que solidões.

Creio em que o tempo simplesmente passa para que as coisas não passem ao mesmo tempo.

Em que hei de morrer um dia, pero que antes quisera ter vivido.

Creio em que para aprender há que ensinar

Em que para ensinar há que ouvir

Em que para ouvir há que calar.

Creio que o céu tem forma de mulher, e que o paraíso se encontra oculto na pele duma.

Creio que hei mentido, amado e morto varias vezes
que hei vivido, odiado e desnudado outras vezes mais.

Creio que Deus deve entediar-se eternidades estando só.

Creio na pele duma mulher que me espera nua.

Creio que não existe diferencia entre arte e ciência.

Em que existe uma escada caracol que dá voltas à lua.

Em que as estrelas passam-se contemplando como a terra sai a cada noite.

Em que somos tolos.

Em que somos sábios.

Creio na maldade do homem, porem às vezes cometamos atos bons.

Que não há verdade certa nem mentira falsa

Creio na poesia.

Na arte

Na beleza.

Creio na literatura como libertadora.

Na escultura.

Na música, a boa música.

Creio em que o universo confabula, constantemente por ensinar-nos aquilo que merecemos aprender.

Creio nos princípios, nos finais, nas reuniões.

Há dias nos que também creio em mim mesmo

e outros nos que creio nos outros.

Sim, Creio.

Daniel Naranjo

miércoles, agosto 01, 2007

La ciudad de la serpiente

La soledad en la que tengo a estas, mis soledades, me tiene un poco asombrado... La verdad se debe, principalmente, a que tanto hago que ya el tiempo no me da para hacer...

Y no me gusta abandonar estas soledades que también las amo.

Por estos días, sin embargo, resulta más fácil escribir que plegar. Hace unas semanas, de hecho, me atrevía a hacer algo que nunca había hecho. Enviar un texto a un concurso... No sé que texto ganó, pero sé que no fué este. Lo pongo en soledades, simplemente, para que aquellos que gustan de leerme sepan que sigo, aún, con la palabra en la punta de los dedos. Lo pongo en soledades, simplemente, para recordarme que sigo aquí, en la punta de los dedos.
***


La ciudad de la serpiente


La ciudad, esa propia, esa llena de desencantos y de engaños, que te mira y se sonríe en verano, que irremediablemente te llama a gritos y pide que vuelvas, esa que te pide que te vayas para quererla de nuevo, esa de mujeres hermosas que caminan en la calle, esa ciudad es aquella en la que nací y crecí. Pero, debo decirlo, hoy soy extranjero. Soy también un desplazado, llamado por montañas verdes que habitan el oriente… Soy extranjero por días y por noches, porque su embrujo todavía me llama, incansablemente, y me pide que la habite una vez a la semana. Y yo la habito.

Sin querer, sin preguntar ni pedir permisos, esta ciudad de la que hablo se roba los afectos y los tiempos, las miradas. Sin querer, a veces se roba tus odios. El lugar de mi querer se ha ganado también mis dolores desde hace algunos meses. Antes, lo confieso, tenía mis amores. Aquel lugar del que hablo es el punto de enlace que me abre la puerta de aquella que ahora es mi ciudad del corazón. Este lugar extraño (parte animal y parte monstruo), atrae a mares de gente, pensando en su propia vida, en su propio tiempo. Ignorantes de su suerte son devorados y escupidos por aquella serpiente que recorre las calles en minutos, los kilómetros en segundos.

Y uno, a veces, se siente barca en altamar… Cuando el sol toca apenas la montaña, cuesta distinguir el sentido de las olas, y como gota de agua te sientes succionado, escupido, bebido y luego vomitado contra una pared de otras gotas que te esperan puertas adentro mientras anuncian con el cuerpo que no cabes, que no puedes seguir, y el reloj incansable dice que debes entrar y aguantar y respirar y correr y seguir y llegar. La serpiente te devora y te lleva en su estómago, donde otros como vos miran sin mirar y otros escuchan sin escuchar.

En aquella panza el tacto toma una dimensión distinta, negada y siempre presente. Te tocan, te huelen, te manosean, te sudan, te untan sin pedir permiso y sin querer autorización. Y tu, rencoroso y a un mismo tiempo solidario, tu tocas, hueles, manoseas, sudas y untas sin pedir permiso y sin querer autorización. Sientes el calor del otro en tu nuca, y deseas ser otra gota más que se evapore, tiemblas, piensas en caer, y de repente descubres que no hay caída posible, que otra gota más está ocupando el espacio de tu descenso. Entonces de repente la serpiente se detiene, se queja, gime, y otro mar de gente sale por su boca y nuevas gotas son succionadas y llevadas hacia adentro; uno sale, devorado, y cinco más son engullidos porque aquel estómago siempre hace espacio a alguno más.

Esta serpiente tiene nombre, y todos lo conocen. Esta serpiente tiene un rostro, aunque su interior de metal y sudor se cubra en maquillaje para mostrarlo. La serpiente últimamente habla poesía, habla sobre arte, sobre otros que hace años escribieron y contaron de una ciudad y de una gente que no conocía un animal como este. El maquillaje en la mañana a veces habla sobre el artista que sigue siendo niño –niñez interminable dice-, a veces de lo lúgubres que somos. Y uno se pregunta si alguna de las tantas gotas que habita la panza de aquel monstruo se sentirá en niñez interminable en aquel momento, y cuántos sentirán aquel gemir del alma porque en su espalda llevan el propio mundo, y cuántos más no habrán visto siquiera el maquillaje que la panza lleva… Yo lo vi, y fue imposible evitar una sonrisa. Ella, que no se quien sea ella, también lo vio. Y su rostro se ha sonreido.

El lugar de mis odios es también el lugar de mí querer. A veces, en la tarde, la gente esta cansada y de nuevo es devorada, y justo entonces ríe. Ríe de aquella gota que para no caerse se toma del cuello de un extraño que se toma de las entrañas de metal. De aquella misma gota que también ríe de su temblor. En ese mar de gotas, a veces, uno encuentra gotas iguales, que no se hablan, que no alcanzan a tocarse, que no alcanza a mirarse, pero que están ahí y se sonríen, cómplices.
El lugar de mis amores es también el lugar en el cual sé, que cada día, que cada noche, cuando el sol apenas toque la montaña, he de buscar aquella gota que al mirarme sonría una vez más...
Daniel Naranjo

domingo, julio 15, 2007

Otro ángel más

A veces olvidamos ser hombres de tierra o de maíz, y soñamos ser hombres de aire. Levedad y vuelo, pluma y ligereza. Los seres humanos sentimos una atracción especial por la ingravidez, por esa mágica sensación del vuelo. Creamos ángeles que son proyecciones de nosotros mismos intentando volar. Creamos mitos de Ícaros que se cuelgan un par de alas a su espalda y tratan de llegar al sol, de un eros que vuela lanzando amores a un alma que en tierra espera. Soñamos con volar, porque somos, aún, eternos soñadores.



En lo personal, no soy un devoto creyente de la angelología, aunque aún puedo recordar las categorías angelicales. Tampoco logré responder la pregunta teológica de cuántos ángeles caben en una cabeza de alfiler (aunque, verdades sean dichas, nunca traté de responderla). Me he cuestionado algunas veces por el sexo de los ángeles, pero ha sido por motivos plenamente artísticos y cuestionadores de la mitología propia: ¿Por qué, si me duele un dios sin sexo, no habría de dolerme un ángel con alas a cambio de piel?
No soy, como lo decía, de aquellos que ve ángeles en la calle (salvo a los amigos, que otra clase de guardianes son). Pero si soy, como no, un amante de aquellos seres con alas. Años atrás escribí una narración escénica que contaba de cuentos de amor entre ángeles y mujeres. Los ángeles eran ellos, y casi todos andaban por ahí perdiendo la cabeza (y las alas) por terrenales mujeres y celestes vírgenes. Otros años atrás creé un ángel de papel que, torpe figura, apenas lograba abrir las alas. Meses después, creé otro ángel más que casi quedó en el olvido, y un Serafín cuya cara habla de todo, menos de inocencia. Serafín cansado este último...

Lo cierto es, que no es acaso porque quiera crear ángeles sino más bien porque, como todos, anhele ponerle alas a mi espalda.




Este ángel que hoy presento no es otro más que uno que ya mostré meses atrás, pero esta vez envuelto en un cuadrado. Cambian sus alas, nutridas ahora por un exceso de papel, cambian sus manos, que ahora anhelan algo que sostener. ¿Qué sostendrías, acaso, si fueses aquel ángel con alas en tu espalda?

***

Versão em português (Untalgregorio)

Mais um anjo

Às vezes esquecemos de ser homens de terra ou de milho, e sonhamos ser homens de ar.
Leveza e vôo, penas e ligeireza. Os seres humanos sentimos uma especial atração pela ingravidade, por essa mágica sensação de vôo. Tentando voar criamos anjos que não são projeções de nos mesmos. Criamos mitos de Icaros que se penduram um par de assas nas costas e tentam chegar no sol; de um Eros que voa lançando amores a uma alma que na terra espera. Sonhamos em voar, porque somos, ainda, eternos sonhadores.

No pessoal, não sou um crente devoto da anjologia, porem ainda posso lembrar as categorias angelicais. Também não consegui responder a pergunta teológica de quantos anjos cabem numa cabeça de alfinete (porem, verdades sejam ditas, nunca tentei respondê-la) me questionei algumas vezes pelo sexo dos anjos , mais só por motivos plenamente artísticos e questionadores da própria mitologia: Por que, se me dói um deus sem sexo, não haveria de doer-me um anjo com assas a troca de pele?

Não sou, como tenho dito, um daqueles que vêem anjos nas ruas (tirando os amigos, que outra classe de guardiões são). Porem sou sim, como não ser, amante daqueles seres com assas. Anos atrás escrevi uma narração cênica que falava de contos de amor entre anjos e mulheres. Os anjos eram eles e quase todos andavam por aí perdendo a cabeça (e as assas) por terrenas mulheres e celestes virgens. Outros anos atrás criei um anjo de papel que, torpe figura, conseguia apenas abrir as assas. Meses depois, criei mais um anjo, que quase ficou no esquecimento; e um Serafim cujo rosto fala de todo, menos de inocência. Serafim cansado este último...

O certo é, que não é só porque queira criar anjos senão, mais bem porque, como todos, anseie pôr assas nas minhas costas.

Este anjo que hoje apresento não é senão um que já mostrei meses atrás, mais, desta vez, envolvido num quadrado. Mudam as assas, nutridas agora por um excesso de papel, mudam as mãos, que agora anseiam alguma coisa para segurar. Que segurarias, si fosses por acaso, aquele anjo com assas nas tuas costas?

jueves, julio 05, 2007

Fe mía

Aunque suene increible, me gusta la poesía...
Alguna vez quisiera cometerla con alevosía y premeditación, o mejor que ella me cometiera a mi... Quisiera escribir lo que escriben otros, con la maestría que lo hacen. Para la muestra, uno de aquellos poemas que habla, a un tiempo de aquel placer que nos atañe y de aquella que es nuestra única certeza.

Fe mía, de Pedro Salinas

No me fío de la rosa
de papel,
¡tantas veces que la hice
yo con mis manos!
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti, que nunca te hice,
de ti, que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.
(de Seguro Azar)

domingo, julio 01, 2007

Armadillo

Algunos animales existentes deberían ser considerados seres míticos. El pangolín, por ejemplo, pareciera un animal mitológico. Pasa lo mismo con el dragón de mar, y también con el armadillo. La sola palabra parece mágica:
A r m a d i l l o, como si se armara a si misma. El armadillo también se arma a si mismo. Se vuelve pelota, y rueda para escapar, y luego, de nuevo se arma y se vuelve aquel extraño animal acorazado.

Sabiendo entonces que es un animal tan bello, ¿por qué existen tan pocos en origami? Hace poco hablaba con Eric Madrigal sobre eso. Me señalaba que el modelo, en realidad no parece ser complejo, quizás lo más difícil fuera lograr la adecuada distribución de franjas, pero en los tiempos modernos es un reto fácilmente superable.
En realidad, creo que lo difícil es encontrar el alma del armadillo. No creo, de hecho, que este propio lo haya logrado tampoco, pero al menos resulta un excelente ejercicio para romper, de a poco, con esta falta de creatividad que me ataca por estos días.
De paso sea dicho, y revisando sobre modelos de este tipo, conozco tres modelos más: uno de Joseph Wu, uno de John Montroll y uno más, firmado por Anita F. Barbour. Sin duda estos modelos cumplen con lo básico, pero también ellos parecen carecer de ese algo que vive en las buenas figuras.
Eric ha tratado de “mejorar” uno de esos armadillos, que pueden ver en pajarita. Lo curioso es que Eric realizaba las modificaciones al tiempo que yo trataba de diseñar el mio. Como verán son modelos distintos, y seguramente el de Eric esté más cercano a la realidad, pero… ¿Quién ha dicho que la única intención del origami es reproducir la realidad?

sábado, junio 23, 2007

Del pánico escénico y otros miedos nocturnos.

Hace cerca de 3 semanas no actualizo estas soledades. Los motivos, he de confesarlo, mucho han tenido que ver con el pánico escénico. Esta entrada es la número 100 y es un número para celebrar. ¿Cómo no escribir algo hermoso? ¿Cómo no celebrar con la palabra? Simple… Cierto pánico escénico me ha impedido recibir inspiración. ¿Por qué, entonces, me atrevo a escribir en este momento? Simple. Un pánico ha dado paso a otro.

A mi casa, hace solo unas horas, han entrado los ladrones. Digo los sin saber si era el, digo hombres sin saber si eran mujeres. Digo ladrones, aunque quizás debería llamarlos de alguna otra forma. Pero no, los llamo ladrones pues mucho me han robado. Lo material es lo de menos, lo otro es lo que duele.

Se han llevado un dinero que teníamos ahorrado pero han dejado a cambio los cajones revolcados y la ropa en el suelo, un reloj que fue regalo de una amiga que me olvidó pero que yo aún recordaba como antes cuando me vestía de etiqueta, un teléfono que había resucitado dos días atrás. Decentes los ladrones, han dejado en la entrada y ya empacado para llevarse el computador, el televisor y, en fin, todo aquello que esperaba por transporte… Se han llevado otras cosas materiales, pero no quiero hacer pública la lista, que de paso no hemos terminado aún.
Si, lo sé, no he perdido mucho, pero siento que se han llevado lo importante.

Se han robado tantas formas de confianza que me han dejado triste. Se han cargado, envuelto en un morral, la seguridad que sentía de estar en mi casa y han dejado a cambio el miedo de tener que dormir con la puerta abierta, pues la chapa la han reventado para poder entrar y “en fin de semana” no trabajan cerrajeros. Se han llevado también, porqué negar, la idea romántica de que las cosas malas no les pasan a las personas buenas, pero me han dejado a cambio la duda de si será que soy aún una persona buena. Se han llevado mi confianza en los vecinos, pues no entiendo como no escucharon que una puerta de metal es rota a martillazos, pero los ladrones, condescendientes, me dejan a cambio la duda. Se llevan también un gran pedazo de alegría, porque las cosas se sentían bien. Se llevan la también romántica ilusión de que en realidad se podía cambiar el mundo de a uno por vez. Se llevan tanto que me dejan lleno de dolores. Me dejan una esposa que toma un cigarrillo después de otro, aunque había dejado de fumar hace un par de años, me dejan miedos, porque hay días en que la casa permanece sola debido a la actividad docente que estamos realizando, me dejan la inseguridad. Me dejan unas enormes ganas de llorar. Me dejan un par de gatos con miedo de salir de debajo de la cama. Me dejan una enorme rabia, impotencia quizás…


Es curioso… Para la entrada 100 soñaba un gran modelo que no creé, un ensayo pensado sobre la belleza o sobre la relación entre técnica y arte, un texto hermoso que dijera que la belleza está en la vuelta de la esquina, o que es más fácil pasar de arte a técnica que de técnica a arte, pero a cambio, solo escribo un texto que habla sobre dolores y pérdidas.

En fin, feliz entrada 100, soledades, y que escribas muchas más.

domingo, mayo 27, 2007

"Arrieros somos..."

En Antioquia tenemos un refrán viejo que dice “arrieros somos y en camino nos vemos”… El refrán en realidad es de origen español y cambia el “vemos” por “encontraremos”, pero pocos antioqueños saben eso. Lo que nos importa es lo primero, ser arrieros. Antioquia es un departamento de Colombia lleno de cordilleras. Medellín, su capital, está encerrada por montañas que hacían que quien llegara no deseara salir de nuevo. La gente venía desde lejos, desde otros mares, y traía muebles europeos que luego enseñaba en sociedad… Esos muebles eran traídos por arrieros que, cansados, trabajaban cada día. Sus mulas son las que abrieron el camino del progreso de la región. Esas mismas mulas eran las que cargaban el café (como sabrán quienes han visto el logo de Juan Valdés), las papas y el arroz, esas mulas son las que abrieron los caminos de herrería. Esas mulas, aún hoy en día, siguen recorriendo caminos olvidados por dios, por la violencia y por el progreso. Esas mulas hablan de la tierra que somos, de la que un día fuimos.



Europa también habla de mulas y de arrieros… Brasil también lo hace… México, y parte de Estados Unidos recuerda también recuas de mulas… Chile, Argentina, y, en general, casi toda Suramérica cuenta lo mismo. Cuenta de arrieros. Los humanos somos arrieros, y recorremos la vida cargando a cuestas nuestro destino y nuestro pasado, nuestro futuro aún sin conocerlo. Solo tenemos la certeza de que el camino que recorremos a veces sube y otras baja, a veces se pierde en recodos, y algunas más, se envuelve entre la niebla de la montaña. Pero en ese camino siempre nos encontraremos, una y otra vez, aunque a veces no sepamos reconocernos…

En origami, no recuerdo haber visto nunca un modelo como este. Solo recuerdo el burrito de Juan Gimeno, burro afortunado que no llevaba carga sobre si. Dejo ahora este, esperando que me ayude a abrir nuevos caminos que me permitan encontrar a otros arrieros cargados de pliegues, palabras, aprendizajes y papel…

miércoles, mayo 23, 2007

Reflejo


A solange, quien alguna vez me habló de sentirse otro....

(un buen viaje)


Escribo esta entrada un 23 de mayo, a pocas horas de cerrar un ciclo más. Resulta curioso que escriba hoy, pues ésta entrada me la debo a mi mismo hace ya varios meses, pero no la he escrito aún. Pero ahora ha llegado su tiempo, y con él las palabras…

Vivo, desde hace algunas lunas, en un lugar en el que el viento cambia de rumbo y el tiempo transcurre distinto, en un sitio en el que la vida enseña cosas que antes no veía. Vivo una vida distinta, en la que empiezo a ver los reflejos del alma en cosas en las que antes no veía más que sombras.

Y esta vida que estoy llevando está haciendo que me convierta en árbol. La sensación me ha gustado, no puedo negarlo… No me había sentido árbol en la vida. Todo empezó cuando descubrí, sentado en el balcón de la casa, que llovía. Quizás para la mayoría de las personas ver llover sea normal, pero yo no recordaba haberlo visto nunca. La transformación, lo digo sin temores, ha continuado… Hace solo un par de días descubrí, por vez primera, mi reflejo en otros ojos, grandes y oscuros, que miraban sin decir, que pastaban. Esos ojos que me reflejaban me mostraban, también, animal. Últimamente me he reconocido sin conocerme, y también lo contrario.

Vivo, desde hace algunas lunas, en un lugar en el que el viento canta distinto, canta de amores y de aprendizajes, canta de ilusiones, canta sobre el frío y sobre el encontrarse en unos ojos siempre extraños….
Vivo una vida distinta, en la que empiezo a ver los reflejos del alma. Y todo empieza a llenarse de luz…


sábado, mayo 12, 2007

Apariencias


Aterciopelados

Siempre he sido un diseñador de modelos simples. No es algo raro, pues una gran cantidad de origamistas se han dedicado, precisamente, a lo simple. Algunos incluso, han sido tristemente incomprendidos debido a la imagen que se espera de sus obras (Komatsu, por ejemplo). Otros no han podido reclamar un sitial en el mundo del origami pues sus modelos no deslumbran a las masas (Ashipin, por ejemplo). Vivimos en un mundo de apariencias, y el origami no es la excepción.

Aparentamos, pero no somos. Aparentan ser, pero no son. Apariencias. Pero esta entrada no pretende hablar de apariencias, sino de un modelo nuevo que (abusivamente) aparenta no ser mío, pero lo es.

He diseñado esta avecilla jugando un poco con la idea de modelos con volumen que sugestivamente ha venido trabajando Román, pero sin usar una sola de sus plantillas. Es un ejercicio que realizo con frecuencia, como buen ladrón de ideas. El resultado en esta ocasión esta lleno de magias, de contrastes y de colores. Un modelo bicolor, cuya belleza está en la simplicidad del cambio. Un modelo con volumen, cuyo encanto radica dar la apariencia de cerrado. Un modelo ligero que, sin embargo, aparenta estar posado.

Resulta encantador encontrar esos modelos que, sin ser realistas, logran transmitir una escencia.

Para todos aquellos amantes de los pliegues dejo aquí la plantilla. Y si alguno opta por diagramarlo, que me enseñe el resultado, que creo que en estas soledades será bien recibido... Espero resulte simple pero, como ya todos saben, es mejor no fiarse de las apariencias…


sábado, mayo 05, 2007

Crítica:

He visto en televisión a una de las curadoras del Museo de Antioquia, uno de los más importantes del país, hablando sobre las obras que se presentarán en la bienal de arte. Me ha sorprendido. No por la calidad de las obras (sin duda indudable si estarán en la bienal), no por la increíble profundidad de las piezas (que seguramente la tendrán), no por el manejo del color, o la luz, o el contraste, etc... Me ha sorprendido la forma de hablar de la curadora, su forma de codificar el lenguaje para volverlo oscuro e incomprensible. Tengo, ya lo dije alguna vez, una mínima formación en estética, y algunos conocimientos rudimentarios de arte, así que al oírla hablar ninguna de sus palabras me resultaba extraña o incomprensible. Supe bien que quería decir cuando hablaba del objeto fáctico, o que ocultaba al decir de la delimitación forzada alcanzada por un tratamiento sobre la materia de representación… (o algo similar)

Entendí, insisto, que quería decir, pero me resultó curioso en dos diferentes niveles:
Primero, porque comprendí uno de los motivos por el cuál la gente ha dejado de ir a los museos: éstos, no saben hablar en su mismo idioma.
Segundo, porque en cierta medida me sentí reflejado en ella al hablar.

No sé si al lector de estas soledades le resultará que lo que digo es oscuro e incomprensible, cuando en realidad planteo cuestiones sumamente simples. Yo también, lo sé, codifico el lenguaje para obtener una forma diferente de decir… Comprendí que me muevo en una línea delgada, que a veces lleva a una forma distinta de presentar las cosas, pero a veces a la incomprensión. La dificultad real está en encontrar dicho punto de equilibrio.

Juzgarán mejor que yo los lectores si he logrado decir en estas soledades, o si solo he logrado confundir. Espero se animen a comentar.

sábado, abril 28, 2007

Una Novia

Para Ana Sofía...


La simbología que cubre a las novias es, sin duda, hermosa. Pero es también poco conocida. Sabemos del vestido blanco, señal de pureza en estos tiempos en los que lo puro escasea. Algunos más saben del arroz, símbolo de la abundancia (y alegoría de la fecundación). Otros saben de los anillos, símbolos de lo eterno e infinito…

Toda cultura ha llenado de simbología el rito del matrimonio, y ha permitido además que diversos actos permeen y agreguen nuevo simbolismo. Algunos de esos actos son, sin duda, hermosos en su significado. Algunos significados se han olvidado y hoy son simplemente acciones que repetimos sin saber por qué. Algunos más son simplemente invenciones para dar teatralidad a un momento altamente escénico.

Hace poco más de un año, cuando mi esposa y yo pasamos por el rito del matrimonio, buscamos algunos significados de aquello que realizaríamos. Elegimos el mes del matrimonio sabiendo que ocultaba dicho mes, la ropa y la música sabiendo que querían decir, y nos sorprendimos al descubrir que, cuando preguntábamos, pocos sabían decirnos qué representaba cada parte del ritual. En estos tiempos, también esos ritos han perdido su sentido…

Una amiga de LAO, de aquellas que conocen sin juzgar y tienden la mano sin necesidad de conocer, paso a paso se acerca a vestirse de novia. Este modelo es para ella, pero quiero que antes de recibirlo conozca sobre uno de aquellos símbolos que esta siempre presente en el matrimonio, pero cuyo significado es para muchos un enigma: el yugo. Ese grupo de flores que la novia lleva sobre su vientre tiene una carga de oculta que la mayoría (novias incluidas) debiera conocer: Es un símbolo de fertilidad puesto sobre el vientre. La mujer (tierra que dará vida), recibirá al hombre (semilla), y para anunciarle que espera recibirlo lleva flores sobre su vientre.

El significado es profundo y poético, aunque algunos lo verán pasado de moda. No es la intención, aunque vale la pena señalar que tiene todos los motivos para considerarse un acto viejo: Varios siglos lleva recorriendo el mundo…

No conozco un texto que trabaje sobre la antropología del matrimonio y su significado, pero creo que sin duda sería una investigación hermosa para todos aquellos que gustan de preguntarse sobre el significado de lo obvio…


Hablando ahora sobre la parte técnica del modelo, y dejando la emoción en los ojos de la novia que recibirá el regalo, he de comenzar diciendo que este modelo no es únicamente mío. Combina el trabajo de Jorge Jaramillo en una de las líneas del origami que más rápidamente crece en estos tiempos (los teselados) y el propio en una de las formas más trabajadas (los box pleating). También combina, aunque indirectamente, una idea de Fabio Zapata en la última reunión de LAO.

Principalmente, es un modelo “altamente engorroso”, en oposición a aquellos “altamente técnicos”. Probablemente en sentido estricto el modelo no sea un teselado De hecho, he de confesar también que ésta no era la idea inicial de diseño, es más bien un “resultado marginal” de un proyecto que Jorge y yo tenemos en curso, que espero algún día llegue a un buen término…

Para terminar, quisiera ver este modelo plegado con un mejor papel. No cabe duda que realizar un teselado en papel para modelar es la peor opción posible, pero el proceso de plegado es una tarea árdua, que dejo para otros...

Dejo ahora a esta novia en estas soledades, mientras su dueña deja de estar sola para ser ahora, espero, una novia siempre acompañada.

domingo, abril 15, 2007

Por la boca muere el pez...

El dios que me vino a tocar en suerte al nacer es un dios del signo piscis. No creo en horóscopos, aunque todo parezca indicar que soy un típico géminis. Me cuesta además creer en un dios que no hace el amor. Me duele creer en un dios así. El dios que me tocó en suerte al nacer es uno que no tiene cuerpo, ni sexo. Y no sabe de lo que se pierde el pobre (o quizás si sabe, y por eso ha dejado de tomarse tan en serio). Afortunadamente tiene palabra (quizá sea un milagro de consolación). Con la palabra crea, con la palabra destruye, con la palabra castiga, con la palabra reconstruye.

Esa paradoja me resulta encantadora. Es un dios del signo piscis, y es un dios de palabra. Extraña combinación pues el pez muere por su boca, y harto cuesta a los peces hablar. Otra cosa es caminar siendo un pez. Quizá por eso sea que ese dios no tenga piernas para abrir o para cerrar, para entregar.

En la pasada semana santa estuve leyendo, después de semanas sin facilidad de acceso a Internet, las novedades del mundo origamístico. Me encontré con la imagen que tomó Román de una máscara en México, rostro que era perfecta representación de aquel dios/pez del que hablaba. Aunque quise plegar el modelo en esa semana, solo en pascua tomó forma. Sale así uno de esos modelos que pedía la entrada anterior, uno que sea dos en uno, uno que siendo uno sea dos. Le enseñé, de paso sea dicho, el modelo a Jorge Jaramillo, uno de los más estudiosos origamistas que conozco. Su referente fue Escher. He de confesar que yo no pensé en este referente, aunque es sin duda acertado. Los trabajos de Escher pasan de ser pez a ave, ave a ciudad, ciudad a ajedrez. Este modelo pasa de pez a rostro, con una transición fluida que permite al pez nadar, o al rostro pensar; al pez ser dios; al dios ser pez.



martes, abril 03, 2007

Mitología

Hace tiempo no compro libros. No porque no me guste leer, sino porque los libros se encuentran autocensurados. Se censuran solos, con su precio, como decía Eduardo Galeano. El último libro que adquirí fue un regalo de mi esposa: “Los Cuentos de Eva Luna” de Isabel Allende. Confieso que preferí “Eva Luna” a sus cuentos, pero que le vamos a hacer, es cuestión de gustos. Pero el hecho de no comprar libros no me impide asistir al ejercicio masoquista de ir a las librerías. En ellas, antros de perdiciones por la vía de la tentación, suelo mirar aquellos libros que quiero comprar y que termino leyendo porque otros me los prestan o porque, meses de ahorros después, logro vincular a mi biblioteca. Claro, también hay otros que quise leer y no leo porque nadie los consiguió o porque nunca los compré, o porque simplemente fueron parte de un deseo pasajero.
En la librería, hoy, me tientan “las pequeñas memorias” de Saramago, y “la quinta disciplina en la escuela” de Senge y otros, me tientan dos libros de Galeano y uno de “Comportamiento del consumidor” de Olson. Me tientan palabras de otros que conozco y muchos que desconozco. Me tienta el texto del último ganador del Nobel en literatura, de quien solo he leído su discurso de aceptación del premio. Me tientan cosas…

Pero, no solo es asunto de tentaciones, que también hay parte utilitarista en la visita. Me lleno de nombres. De nombres de libros, de palabras que inconexas nada dicen, de palabras que conexas dicen algo aunque no suene a nada y de otras que no dicen nada aunque suenen a todo. Me gusta cazar palabras para luego inventar nuevas combinaciones. Inventar, por ejemplo, una frase que hable de los nombres que vienen a mi boca y luego una más que hable de la muerte y su añoranza, o de la sonrisa de los que perdieron las palabras. Combinar palabras se vuelve un ejercicio creativo similar al que hago con el origami. Combino seres para crear otros nuevos, que inconexos dicen algo aunque no suene a nada, que conexos dicen cosas aunque no suenen a nada.
Hace días, de hecho, no creo nada sobre esa línea. Vamos a ver si logramos convencer al alma de que busque un par de seres que siendo dos quieran ser uno, como rigen los cánones de la mitología. Aunque, visto así, entiende uno porqué cuesta tanto encontrar a quien amar, encontrar un par de seres que, siendo dos, quieran ser uno.
Pareciera que también el amor es una criatura mitológica. Bendecidos resultan entonces quienes, como yo, aún hacemos mitología.

lunes, marzo 26, 2007

Murmulencios

Las mujeres están hechas de palabras. Las mujeres están hechas de silencios.

A mi me gustan las palabras (y también, como no, las mujeres). De hecho, estas soledades han sido una excusa para jugar con ellas (las palabras), para conocer nuevas, para reamar viejas. Quisiera, como no, manejarlas como lo hacen los maestros, aquellos que también gustan de ellas. Porque la palabra escrita es como un vicio, como una condena y un destino al que de a poco vamos llegando todos. Precisamente en estos días, los niños de Medellín se pasan hablando de palabras. La actividad me parece bonita, aunque ya se ha hecho en exceso: Grupos de niños inventan palabras, o inventan significados.

De la lista de palabras resultante, hay una que me encantó: Murmulencio.

¿Qué es un murmulencio? Dicen los niños que los murmulencios son murmullos que se escuchan en silencio.

He oído murmulencios alguna vez, sobretodo en el campo, sobretodo en la noche. Suenan cuando nadie quiere oírlos, cuando abundan los silencios que tememos y los que disfrutamos. Los expertos en murmulencios suelen ser, precisamente, los espantapájaros, expertos en hablar el lenguaje de las aves y el de los silencios. Expertos en espantar los pájaros de la soledad.



Conocí a una mujer a quien llamaba espantapájaros porque cuando estaba a su lado los pájaros de la soledad hacían su nido en otros bosques. Conocí a una mujer experta en murmulencios, a otra experta en murmullos y a otra experta en silencios.

A veces pienso que las mujeres también están hechas de murmulencios...

martes, marzo 20, 2007

Paralelos

Algunos de los amigos cercanos saben que he tenido un cambio enorme en la vida. Entre esos cambios, hay diferentes escalas de preocupación, de prioridades, de urgencias. En estos cambios de vida, he debido renunciar al Internet, y eso me ha resultado preocupante porque, entre otras cosas, muchos de los amigos a los que quiero los frecuento por Internet noche a noche. Uno de esos amigos se encontraba en un momento complicado de la vida, y yo solo pude escucharlo a medias, leyendo con retardo lo que escribía en su blog.

Curioso porque pasábamos cada uno a su manera por momentos complejos aunque harto disímiles el uno del otro. Por estos meses dejé de plegar, de amar el papel.
Obligado por un encargo que me hicieron de un modelo que sirviera de regalo a una mujer que obtenía su grado como música, volví a tocar el papel. El modelo que plegué lo hice para ella, claro está, y le entregué el original, el primero, aquel que siempre guardo para poder repetir la figura más tarde, cuando sea su tiempo.

Después de entregar auqel pianista que plegué supe que ese músico amigo a kilómetros de distancia estaba pasándolo mal, y decidí volver a plegar el modelo para él. En este momento quisiera poder enviárselo, pero la restricción presupuestaria lo impide, así que solo puedo enviarle un par de fotos.





Espero que la música siga iluminando su vida, como lo empieza a hacer para una mujer que apenas recibe su grado en música. Buena música emejota, y no olvides que no solo la técnica emana del espíritu, también emana el arte. El verdadero arte, el de vivir.

lunes, marzo 19, 2007

Silencio

Quizás la parte más importante de un diálogo es la que corresponde al silencio. En los tiempos en que vivimos rara vez dejamos que el silencio reemplace a la palabra, y es una pena, porque dice tanto un silencio que, a veces, es mejor que la palabra. Lo complejo del silencio suele ser su comprensión, porque así como hay palabras poli significantes casi todo silencio encierra múltiples sentidos. Pero le tememos al silencio.

Es un fenómeno que me parece precioso en la conversación. Tememos llegar al silencio, porque una vez en él no sabemos como romperlo. Y eso me alegra, porque implica que aún reconocemos algo de magia en el silencio que nos impide romperlo.

Las últimas semanas este blog ha tratado sobre el silencio. Y como en toda conversación con uno mismo ha llegado un momento en el cual he debido empezar a hablar de nuevo, y he temido hacerlo. Pero ese silencio de estas semanas me ha enseñado mucho. Ha sido un silencio de múltiples formas, razones y significados. Ha veces fue debido a que odiaba el mundo, y otras a que lo amaba profundamente. A veces fue un silencio por obligación, porque simplemente “no tenía nada que decir”, otras veces fue un silencio por necesidad y otras uno impuesto. Pero ha sido un silencio que me ha enseñado cosas. Una, que me ha resultado dolorosa, tiene que ver con el valor de estas soledades. No hablo esta vez del valor propio, ni de aquel que mencioné hace unos meses, hablo del valor que le dan los otros. Ha sido un silencio que me ha permitido responder, sin proponérmelo, una de las preguntas de la entrada anterior. Durante los meses en que he guardado silencio la parte más importante del blog hizo lo mismo. Me refiero por supuesto al otro, al lector, a ese voyerista que solo visita para llenarse de imágenes, para robar otros puertos, a ese lector que dejó esta soledad completamente sola.

En estas semanas 4 personas, a las que quiero agradecer, visitaron estas soledades y lanzaron una botella al mar esperando que alguien respondiera. A Eric, a obi, a untalgregorio, y a una anónima con rostro de mujer, gracias por leer, por preguntar, por esperar una respuesta. Esta entrada es para ustedes.

jueves, febrero 15, 2007

Sigo pensando

A ver. Últimamente me sorprende lo amplias que se están volviendo estas soledades. Un día me da por hablar de lo que vale un blog, y al otro por preguntar sobre por qué motivo escriben los nuevos bloggers, al siguiente me da por poner un cuento, y a futuro ya ni sé con que variedad saldré.

Va pues una confesión de paso, para que entiendan que pasa: Estoy pensando ser infiel a estas Soledades.

No sé si abandonarlas, no creo, pero es que a veces me da por contar cosas que no caben en este blog, y que quisiera dejar plasmadas. Lo vengo pensando hace meses, pero como saben algunos, montar un blog es lo más fácil del mundo, otra cosa es mantenerlo. Y como el tiempo no da para mantener otro blog, resulta que a estas pobres soledades les ha tocado aguantar estoicamente entradas que poco tienen de papel. Además, eso de tener una doble vida cuando uno ya mantiene 15 diferentes puede resultar agotador por no decir que imposible. Pero no iba a hablar de eso en esta entrada, sino que iba a dar cierre al tema que toqué dos entradas atrás, del cual no tengo aún respuesta: ¿Qué pasa con la invasión de bloggers?

Resulta que emejota ha puesto una entrada debido a un texto que le envió Barbarita, quien a su vez lo ha recibido de Álvaro Ramirez, quien fué comentado por Victor Solano, aunque el origen de la idea lo saca de Iria Puyosa quien, a su vez lo recibió de hlp que probablemente lo sacó de otro lugar que no logré rastrear. De hecho, yo no conozco a hlp, ni a Iria, ni a Álvaro, ni a Barbarita, ni a a emejota. Bueno, miento. A emejota lo conozco desde hace un año (si puede decirse que conocer es leer día a día lo que otro escribe), y a Victor resulta que tangencialmente lo conozco, porque es uno de los mejores bloggers de Colombia, asi que algo de él he leído (mira que es pequeño el mundo).
Además de parecerme un ejercicio de introspección muy interesante, algunas de las preguntas que aparecieron podrían ayudar a cerrar perfectamente el tema que planteé la pasada vez. Pregunto de nuevo entonces, esperando de nuevo respondan:

1. ¿Por qué comenzaste a escribir un blog?

2. ¿Sobre qué temas escribes? ¿Por qué?

3. Si la gente dejara de leerte y comentar, ¿seguirías escribiendo?

4. ¿Crees que al escribir un blog debe seguirse algún tipo de ética?

La entrevista sigue con 4 preguntas más, que no son las cruciales en este momento. De todos modos pueden verlas en las correspondientes entradas de emejota, Barbarita, Álvaro Ramirez, Victor Solano, Iria Puyosa, hlp y otros más que en ya deben haber respondido....

A ver si con eso logramos entender algo más del tema que, por ahora, doy por terminado.
Ah!, y si por casualidad han llegado a esta entrada que nada de papel tiene en ella y les parece interesante, los invito a que respondan la encuesta (ojalá completa) y a que den un paseo por estas soledades.

Un saludo por lector

lunes, febrero 12, 2007

Querube

Se llamaba Serafín, de lo bonito que era. Los muslos gruesos solo provocaban agarrarlo, su cabello limpiamente se veía caer en su espalda. Los brazos, esos que parecían redonditos y hechos de nube, generaban entre las mujeres deseos de abrazos y de serafines propios. Era bonito siendo niño, pero cuando fue creciendo la hermosura se fue quedando anclada a los recuerdos de la infancia y los recuerdos, como todos sabemos son engañosos. Era gordo, eso sí, con una gordura que cuando niño generaba ternura y que ahora grande generaba dudas. ¿Será que los ángeles pueden acaso embarazarse?

Casos se han visto de vírgenes que tienen hijos, o de mujeres a quienes las aves desean, bien sean éstas (las aves, no las mujeres) palomas o cisnes. La madre de Serafín se llamaba Paloma, y esa casualidad podía explicar que se tratara de un milagro… El problema de Serafín era que, a todas luces, no hacía milagros, ni de los reales ni de los de consolación. Ya con los años descubrió que el milagro de sus brazos de nube no funcionaba con las mujeres que al verlo no sentían deseos de abrazos ni muchos menos de serafines propios.

Un día le dio por ponerse viejo, como nos da por ponernos viejos a todos.

Descubrió que no le gustaba trabajar los domingos, y que las alas se le habían encogido un poco o la panza se le había hinchado de más, una de dos. Descubrió que le gustaban las ropas holgadas, que cuando volaba parecían darle ondas en las piernas. Y descubrió también que estaba viejo. No era más que la caricatura de lo que fue siendo pequeño. De Serafín no quedaba más que el nombre y ese par de alas que de cielo eran.

Serafín murió de viejo, que de viejos se mueren hasta los ángeles cuando caen en el olvido. Pero justo antes de morir le dio por darle una vuelta al cielo, a ver si era verdad que los querubes habían, años atrás, perdido a un niño que se llamaba Serafín de lo bonito que era.

***




Casi nunca cuento historias. Puede ser porque las historias que escribo las cuento en otros escenarios que no son digitales, o puede ser también porque ya casi nunca escribo cuentos. Mucho menos he de contar cuentos en un blog que de papel habla. Pero quizás, algún día lo haré de nuevo, contando cuentos de mariposas enamoradas de su nombre o de mujeres que se mueren de hermosura.

Contar cuentos que vinculen modelos no es algo nuevo, aunque no es algo muy común. En estos tiempos digitales Alejandro Dueñas hace eso en casi todas sus entradas y Elerth Leiva en algunas otras (aunque debo confesar que en ambos casos algunos cuentos los entiendo, y otros simplemente permanecen en lo incomprendido). En tiempos de lápiz y papel también lo hizo Caboblanco o lo ilustró Riglos con la hermosa historia del naufragio de un barquito de papel.

Yo, normalmente, no cuento cuentos que acompañen los modelos. Siempre he pensado que es mejor que cada modelo hable por si mismo, pero hoy me ha atacado un serafín que algo quería decir. No se que (porque debo confesar que algunas veces lo entiendo y otras no), pero algo quería decir…