Hace poco más de seis meses nació, tímidamente, este blog. Fue el primer blog sobre origami en español. Pocos meses más tarde surgieron otro par que fueron “hermanos de este”… Hoy, pocos meses después, una avalancha de blogs en español derrumba en la red. La mayoría, tristemente nace para ser abandonado o permanecer durante meses en silencio. Otros, como estas soledades, lo único que tienen de origami son las fotos que acompañan a los textos (la mayoría de las veces extraños para cualquier lector desprevenido). En una mano se pueden contar aquellos blogs que estudian, seriamente, bien sea el origami, bien los modelos o sus plantillas, bien a los autores.
Frente a tantos y tantos blogs es claro que no es fácil mantener el rumbo. Y eso ha sido especialmente cierto con las Soledades de Babel. A veces pienso que este blog ha perdido el rumbo, y a veces comprendo que en vez de perderlo apenas lo ha encontrado.
Probablemente para aquellos que han venido las semanas anteriores lo leído les haya resultado oscuro además de extraño, y con razón. Me ronda la muerte y no he logrado convencerla de que es tiempo de irse (y no hablo solo de la muerte física que claramente esta presente, también la de las ideas, los tiempos y los que haceres). Así, me siento en la obligación de disculparme con los lectores, pero no puedo decir que no lo haya advertido desde antes, desde que nació este blog como “un espacio de catarsis”. Igualmente aseguro que seguirá siendo lo mismo: un espacio en el que contaré que se esconde detrás de cada modelo, la puerta trasera que motiva al arte, el túnel que sirve de acceso a otro.
Si a pesar de lo anterior deciden seguir leyendo solo me resta decir lo siguiente: Algunos leerán entre líneas y otros se perderán entre ellas. Algunos asentirán y otros negarán. Uno o dos se atreverán a comentar. Dos o tres verán la foto y olvidarán el texto (es su derecho). Tres o cuatro quizás regresen como vienen haciéndolo hasta ahora (a esos se los agradezco). A estos, a los otros y a los de antes les aseguro que el origami seguirá presente en las fotos y en los textos.
Mi esperanza es que todos los lectores (si aún existen) se sepan bienvenidos.
Frente a tantos y tantos blogs es claro que no es fácil mantener el rumbo. Y eso ha sido especialmente cierto con las Soledades de Babel. A veces pienso que este blog ha perdido el rumbo, y a veces comprendo que en vez de perderlo apenas lo ha encontrado.
Probablemente para aquellos que han venido las semanas anteriores lo leído les haya resultado oscuro además de extraño, y con razón. Me ronda la muerte y no he logrado convencerla de que es tiempo de irse (y no hablo solo de la muerte física que claramente esta presente, también la de las ideas, los tiempos y los que haceres). Así, me siento en la obligación de disculparme con los lectores, pero no puedo decir que no lo haya advertido desde antes, desde que nació este blog como “un espacio de catarsis”. Igualmente aseguro que seguirá siendo lo mismo: un espacio en el que contaré que se esconde detrás de cada modelo, la puerta trasera que motiva al arte, el túnel que sirve de acceso a otro.
Si a pesar de lo anterior deciden seguir leyendo solo me resta decir lo siguiente: Algunos leerán entre líneas y otros se perderán entre ellas. Algunos asentirán y otros negarán. Uno o dos se atreverán a comentar. Dos o tres verán la foto y olvidarán el texto (es su derecho). Tres o cuatro quizás regresen como vienen haciéndolo hasta ahora (a esos se los agradezco). A estos, a los otros y a los de antes les aseguro que el origami seguirá presente en las fotos y en los textos.
Mi esperanza es que todos los lectores (si aún existen) se sepan bienvenidos.
“Bienvenidos: Bien: ven, idos…”