He tratado de pensar el origami como arte… y ha sido una tarea de titanes. ¿es el origami un arte plástica? ¿es similar a la escultura?
He descubierto que sí, y que no.
Aunque el origami resulta en una obra de carácter plástico, en una “escultura en papel” esta lejana a la escultura. Su carácter de reproductibilidad ha hecho que pierda ese componente mágico de la escultura que la hace ‘irrepetible’ (aunque es cierto que ya la escultura se hace en serie a partir de un molde, pero eso es reproductibilidad técnica). Uno de esos libros famosos que se vuelven texto guía de los origamistas (sobretodo latinoamericanos) plantea que el origami solo se completa con la creación del diagrama, cuando se tiene una serie de pasos, uno a uno, que permitan la repetición de un modelo… A pesar de mi total oposición a la frase, eso da una respuesta: El origami es como la música. Ya algunos no se colocan creadores o diseñadores sino compositores. Y al tiempo se promulga que no existan plegadores sino más bien especialistas en ‘tocar’ lo que otros plegaron… Siendo así he entendido en parte mi origami. El mío es un origami para jazzistas, un origami para improvisar, un origami que solo plantea la estructura, pero el desarrollo depende del músico.
Ese principio ha sido el rector de mi enseñanza, culpa de Juan Pedro Rubio quien, según cuenta, cometió un pequeño olvido a la hora de enseñar un modelo, quedándose a mitad de camino. Con una elegancia propia de los buenos profesores (o un golpe de suerte de esos que a veces llegan) culminó su clase diciendo: “a partir de este momento dejamos fluir el modelo libremente”
Eso es origami para improvisar, y eso es lo que quiero enseñar: Un origami que permita ser dueño del modelo, expresar lo que uno es y no lo que el autor planteo. Un origami que permita sentirse dueño de lo plegado, aunque no es de uno…
Aunque eso trae otro problema: ya cualquiera toma un modelo de alguien y con cambiar un par de cosas dice que es propio… Pero no reconocer al creador “original” del modelo no es un problema origamístico, es un problema ético, y sobre eso prefiero no opinar.