miércoles, mayo 17, 2006

Se va la lengua.

El título de la entrada no tiene ninguna explicación obsena (de esas deliciosas y perversas) ni tampoco es un elojio a la salamería o al “excelentísimo acto comunicativo” llamado vulgarmente como chisme, aunque podría. El título tiene que ver con el coco… Si, sin duda el COCO existe, aunque me refiero al de los publicistas “copia y coincidencia”. Ya dije eso antes. A veces uno copia. A veces es conciente, a veces accidental. Pues bien, en la última entrada he colocado como ilustración una foto de un modelo que plegué hace escasamente un año. Una larga lengua sale de la boca y, como la palabra, amenaza o envuelve o acaricia o devora o tortura o olvida o simplemente se menciona… Pues bien, en este caso, me han enviado una foto de un “devorador de origami” que pongo aquí: un hermoso rostro del cual sale una lengua que devora una torpe grulla…

A todas luces, dado el autor del modelo, estoy seguro que ya lo conocía. Incluso, que cuando lo ví me hubiera encantado, e incluso es probable que quisiera plegarlo, o reinventarlo. ¿Cómo no iba a gustarme a mí ese modelo tan típicamente expresivo?

Y bueno…, parece que así fue, he reinventado aquel devorador aunque la verdad no lo recordaba. Es distinto cuando es conciente, como en el caso del cubo enigma de Mitchel que con alevosía y premeditación traté de reproducir, o con la hermosa medusa de Sirgo, que casi descaradamente simplifiqué y tuve el abuso de pensar que era un modelo mio (menos mal en el arte uno también madura y logra saber cuando lo original es propio y cuanto tiene otro origen)

Dicen también que “el plagio no es plagio si además de hurto hay asesinato…” En este caso me declaro culpable de inocencia: el hurto fue accidental y el asesinato dudo de que haya existido porque es harto difícil matar ese original…

Asi que ya saben: a veces la influencia emerge sin llamarla, la memoria se dispara sin pedir permiso y sin pasar por el filtro de la descencia. A veces salen cosas de uno que son de otro (o deberían serlo)…

Y, si por casualidad Saadya llegara a leer este texto, solo le diría que me declaro “saadyanista” y que debería estar feliz, porque inventó un nuevo modelo, solo que en este caso nació de las manos de otro origamista.

lunes, mayo 15, 2006

Palabras

“Las palabras son de aire, y van al aire”

Siempre había creído en las palabras. En la capacidad mágica que tenían para conjurar, para realizar, para profetizar. Siempre había creído que eran, como ya alguien dijo, el recurso cuando todo lo demás falla. Confieso que había creído en el poder de la palabra que es verbo y acción, que es cualidad, que nombra…

Pero he descubierto que las palabras no dicen lo que deben decir, que son escasas, que se quedan cortas. Frente a aquellos momentos que son, por decir lo menos, gloriosos, son tantas las sensaciones y emociones, son tantas las ideas, los dolores, las alegrías y los recuerdos que se agolpan en la garganta, que las palabras no saben decidir. No saben salir. Olvidaron decir. No existen aún palabras que logren explicar realmente una emoción, no existe un mágico poder que permita que un par de fonemas o que una serie de sonidos articulados puedan interpretarse y traducir aquello que queremos expresar.


Dudo mucho que el alma hable con palabras. No, no dudo, estoy seguro.

Cuando el alma se decide a hablar, no lo hace con palabras.

viernes, mayo 12, 2006

De blogs y explicaciones no pedidas

Hace poco más de seis meses nació, tímidamente, este blog. Fue el primer blog sobre origami en español. Pocos meses más tarde surgieron otro par que fueron “hermanos de este”… Hoy, pocos meses después, una avalancha de blogs en español derrumba en la red. La mayoría, tristemente nace para ser abandonado o permanecer durante meses en silencio. Otros, como estas soledades, lo único que tienen de origami son las fotos que acompañan a los textos (la mayoría de las veces extraños para cualquier lector desprevenido). En una mano se pueden contar aquellos blogs que estudian, seriamente, bien sea el origami, bien los modelos o sus plantillas, bien a los autores.

Frente a tantos y tantos blogs es claro que no es fácil mantener el rumbo. Y eso ha sido especialmente cierto con las Soledades de Babel. A veces pienso que este blog ha perdido el rumbo, y a veces comprendo que en vez de perderlo apenas lo ha encontrado.

Probablemente para aquellos que han venido las semanas anteriores lo leído les haya resultado oscuro además de extraño, y con razón. Me ronda la muerte y no he logrado convencerla de que es tiempo de irse (y no hablo solo de la muerte física que claramente esta presente, también la de las ideas, los tiempos y los que haceres). Así, me siento en la obligación de disculparme con los lectores, pero no puedo decir que no lo haya advertido desde antes, desde que nació este blog como “un espacio de catarsis”. Igualmente aseguro que seguirá siendo lo mismo: un espacio en el que contaré que se esconde detrás de cada modelo, la puerta trasera que motiva al arte, el túnel que sirve de acceso a otro.

Si a pesar de lo anterior deciden seguir leyendo solo me resta decir lo siguiente: Algunos leerán entre líneas y otros se perderán entre ellas. Algunos asentirán y otros negarán. Uno o dos se atreverán a comentar. Dos o tres verán la foto y olvidarán el texto (es su derecho). Tres o cuatro quizás regresen como vienen haciéndolo hasta ahora (a esos se los agradezco). A estos, a los otros y a los de antes les aseguro que el origami seguirá presente en las fotos y en los textos.

Mi esperanza es que todos los lectores (si aún existen) se sepan bienvenidos.



“Bienvenidos: Bien: ven, idos…”

martes, mayo 02, 2006

Cuando llega la luna

“Es la verdad que a veces ciertos sonidos inarticulados que, sin querer, nos salen de la boca, no son otra cosa que gemidos irreprimibles de un dolor antiguo, como una cicatriz que de repente se hace recordar.”

El hombre duplicado, José Saramago.


El acto de poner rostro a lo celeste ha sido innato al hombre. De hecho, es un acto típico justificado en la gestal, en la búsqueda de cerrar aquello que se nos presenta ajustándolo a cosas conocidas. Buscamos figuras en los tapices y los estampados, en las manchas que salen en una pared, en los nudos de la madera. Y, con frecuencia, nos sorprendemos encontrando rostros. La acción de poner un rostro a lo desconocido tiene dos efectos fundamentales: permite reconocer, y permite humanizar. Por la vía del reconocimiento puede conjurarse, por la de la humanidad puede vencerse, o amarse, o odiarse, o…

A finales de los 90, la nueva era trajo un resurgir de soles y lunas que comercialmente crearon un verdadero (aunque no real) firmamento en cualquier tienda. Adoradores del sol y de sus danzas circulares aparecían anunciando la salvación del mundo por medio de sus danzas (bueno, la verdad, algunos lograron salvarse a si mismos y eso es haber salvado al menos un mundo). Adoradores de la luna acudían a cuarzos y sombreros de punta, a reconocer en las fases y las manchas que mostraba, presagios de buenos tiempos por venir.

Últimamente me sorprende un proceso creativo que trata de salvar el alma de dolores y de ahogos, de cegueras ajenas y propias, de angustias. Un proceso que busca reconocer y nombrar, uno que busca salvar al mundo por medio de la danza, encontrar presagios de buenos tiempos por venir. El modelo de la muerte surge de inmediato, sin pruebas, como un vano esfuerzo por conjurarla, por nombrarla, por ponerle rostro… El modelo del sol surge con solo un ensayo anterior. Es bonito eso de que el sol salga cada día, a pesar de la muerte, de que lleve luz… También sale la luna, que en mis manos surge también con solo una versión previa que trabajaba sobre la misma idea.

Hay quienes decían, hace mucho, que el arte, que el verdadero arte, surgía del dolor, de aquellas cuchilladas que se hacían sobre el alma y que dejan marcas que no se olvidan… La verdad nunca creí dicha afirmación fuera cierta… Hoy descubro que tiene algo de verdad.

“El hombre solo dirá la verdad sobre si mismo al encontrarse detrás de una máscara”

jueves, abril 27, 2006

Cuando quiero Sol


La primera figura que creé fue un rostro. De hecho, no cree uno, creé cientos. Todo ocurrió tratando de adivinar como plegaba Eric Joisel sus modelos. Confieso que nunca logré hacerlo, y que aquella técnica que “inventé” en esa época ya existía y ya muchos habían trabajado sobre ella…

La segunda figura que inventé fue un sol. Figura “torpe”, de dos piezas que unía mal una de las máscaras que había inventado con una base que otro origamísta colombiano (Jhonatan Rodríguez) había desarrollado y que para el efecto modifiqué…

Hoy, cuatro años después de haber inventado ese primer modelo, el tema vuelve a presentarse. Prepara la Liga Antiqueña de Origamistas una exposición sobre Rostros en Origami que espero sea sorprendente. Eso me ha hecho volver a los modelos viejos, a las técnicas que practicaba y, como no, a este sol…

Cuatro años de aprendizaje no son del todo en vano, pues ahora el modelo surge de una sola pieza, con un grado de dificultad igual al que existió en aquel sol original. Aunque pierde rayos, consigue mayor expresión, lo que permite un rostro más definido y un área de trabajo que permitiría realizar diversas expresiones.

Soles conozco pocos, uno de Fernando Gilgado (a quien dedico este modelo) y algún otro que no recuerdo de quien es…

Si conocen más, o si quieren comentar sobre este las líneas están abiertas y el espacio para hacer comentarios sigue estando abajo.

Un abrazo
"estás a mi lado, cuando llueve en mi, cuando quiero sol"
Presuntos Implicados

jueves, abril 20, 2006

Tantas Muertes

Últimamente me ronda la muerte.

Empiezo mal este texto, lo se, porque siempre he sabido que la muerte no es una ni es la misma. Muertes son muchas, muertes son todas. Me persigue la muerte en el trabajo, donde empiezo a investigar el tema, y me persigue en la familia. Viene lenta, como muerte felina que ronda de a pocos, que rodea, que como el tigre cuando caza ruge casi en silencio para que quien está cerca no la oiga…

Muerte puta muerte sola muerte de ricos y muerte de pobres muerte dulce muerte amarga muerte singular propia y ajena muerte de todos de ninguno muerte a domicilio muerte de segunda muerte olvidada muerte que olvida parca flaca muerte celosa amante mujer muerte sensual y dolorosa muerte que se niega pero que llega.


Dicen muchos que la muerte es, ante todo, una amante sensual. Claramente a la muerte es una amante que llora la vida de los que ama. Abraza y acoge, y sobretodo nunca olvida. Quizás la muerte ame sobretodo a la vida y por eso la busca tanto. Hay quienes, incluso, la aman a ella. Hoy en día, más que amores creo que merece honores. Honrar los muertos y la memoria que dejan, honrar los ritos que la celebran. Hoy en día la muerte merece celebrarse y no ocultarse, no regodearse en ella ni con ella. Hoy en día, lo que la muerte merece es honrar la vida.


El arte siempre ha hablado de la muerte, sobretodo en una ciudad como la que habito, que vivió tanto tiempo marcada por el dolor y la violencia pero que nunca ha olvidado reír. Este arte, el mío, también ha hablado de ella: algunos desde el esterotipo, desde la imagen tradicional o el miedo, otros más desde la emocion (lejana o cercana). Hoy, que una parca ronda mi cabeza, yo también hablo de ella.


“La muerte que es celosa y que es mujer, se encaprichó con el… y lo llevó a dormir siempre con ella”
Fito Paez