lunes, mayo 15, 2006

Palabras

“Las palabras son de aire, y van al aire”

Siempre había creído en las palabras. En la capacidad mágica que tenían para conjurar, para realizar, para profetizar. Siempre había creído que eran, como ya alguien dijo, el recurso cuando todo lo demás falla. Confieso que había creído en el poder de la palabra que es verbo y acción, que es cualidad, que nombra…

Pero he descubierto que las palabras no dicen lo que deben decir, que son escasas, que se quedan cortas. Frente a aquellos momentos que son, por decir lo menos, gloriosos, son tantas las sensaciones y emociones, son tantas las ideas, los dolores, las alegrías y los recuerdos que se agolpan en la garganta, que las palabras no saben decidir. No saben salir. Olvidaron decir. No existen aún palabras que logren explicar realmente una emoción, no existe un mágico poder que permita que un par de fonemas o que una serie de sonidos articulados puedan interpretarse y traducir aquello que queremos expresar.


Dudo mucho que el alma hable con palabras. No, no dudo, estoy seguro.

Cuando el alma se decide a hablar, no lo hace con palabras.

viernes, mayo 12, 2006

De blogs y explicaciones no pedidas

Hace poco más de seis meses nació, tímidamente, este blog. Fue el primer blog sobre origami en español. Pocos meses más tarde surgieron otro par que fueron “hermanos de este”… Hoy, pocos meses después, una avalancha de blogs en español derrumba en la red. La mayoría, tristemente nace para ser abandonado o permanecer durante meses en silencio. Otros, como estas soledades, lo único que tienen de origami son las fotos que acompañan a los textos (la mayoría de las veces extraños para cualquier lector desprevenido). En una mano se pueden contar aquellos blogs que estudian, seriamente, bien sea el origami, bien los modelos o sus plantillas, bien a los autores.

Frente a tantos y tantos blogs es claro que no es fácil mantener el rumbo. Y eso ha sido especialmente cierto con las Soledades de Babel. A veces pienso que este blog ha perdido el rumbo, y a veces comprendo que en vez de perderlo apenas lo ha encontrado.

Probablemente para aquellos que han venido las semanas anteriores lo leído les haya resultado oscuro además de extraño, y con razón. Me ronda la muerte y no he logrado convencerla de que es tiempo de irse (y no hablo solo de la muerte física que claramente esta presente, también la de las ideas, los tiempos y los que haceres). Así, me siento en la obligación de disculparme con los lectores, pero no puedo decir que no lo haya advertido desde antes, desde que nació este blog como “un espacio de catarsis”. Igualmente aseguro que seguirá siendo lo mismo: un espacio en el que contaré que se esconde detrás de cada modelo, la puerta trasera que motiva al arte, el túnel que sirve de acceso a otro.

Si a pesar de lo anterior deciden seguir leyendo solo me resta decir lo siguiente: Algunos leerán entre líneas y otros se perderán entre ellas. Algunos asentirán y otros negarán. Uno o dos se atreverán a comentar. Dos o tres verán la foto y olvidarán el texto (es su derecho). Tres o cuatro quizás regresen como vienen haciéndolo hasta ahora (a esos se los agradezco). A estos, a los otros y a los de antes les aseguro que el origami seguirá presente en las fotos y en los textos.

Mi esperanza es que todos los lectores (si aún existen) se sepan bienvenidos.



“Bienvenidos: Bien: ven, idos…”

martes, mayo 02, 2006

Cuando llega la luna

“Es la verdad que a veces ciertos sonidos inarticulados que, sin querer, nos salen de la boca, no son otra cosa que gemidos irreprimibles de un dolor antiguo, como una cicatriz que de repente se hace recordar.”

El hombre duplicado, José Saramago.


El acto de poner rostro a lo celeste ha sido innato al hombre. De hecho, es un acto típico justificado en la gestal, en la búsqueda de cerrar aquello que se nos presenta ajustándolo a cosas conocidas. Buscamos figuras en los tapices y los estampados, en las manchas que salen en una pared, en los nudos de la madera. Y, con frecuencia, nos sorprendemos encontrando rostros. La acción de poner un rostro a lo desconocido tiene dos efectos fundamentales: permite reconocer, y permite humanizar. Por la vía del reconocimiento puede conjurarse, por la de la humanidad puede vencerse, o amarse, o odiarse, o…

A finales de los 90, la nueva era trajo un resurgir de soles y lunas que comercialmente crearon un verdadero (aunque no real) firmamento en cualquier tienda. Adoradores del sol y de sus danzas circulares aparecían anunciando la salvación del mundo por medio de sus danzas (bueno, la verdad, algunos lograron salvarse a si mismos y eso es haber salvado al menos un mundo). Adoradores de la luna acudían a cuarzos y sombreros de punta, a reconocer en las fases y las manchas que mostraba, presagios de buenos tiempos por venir.

Últimamente me sorprende un proceso creativo que trata de salvar el alma de dolores y de ahogos, de cegueras ajenas y propias, de angustias. Un proceso que busca reconocer y nombrar, uno que busca salvar al mundo por medio de la danza, encontrar presagios de buenos tiempos por venir. El modelo de la muerte surge de inmediato, sin pruebas, como un vano esfuerzo por conjurarla, por nombrarla, por ponerle rostro… El modelo del sol surge con solo un ensayo anterior. Es bonito eso de que el sol salga cada día, a pesar de la muerte, de que lleve luz… También sale la luna, que en mis manos surge también con solo una versión previa que trabajaba sobre la misma idea.

Hay quienes decían, hace mucho, que el arte, que el verdadero arte, surgía del dolor, de aquellas cuchilladas que se hacían sobre el alma y que dejan marcas que no se olvidan… La verdad nunca creí dicha afirmación fuera cierta… Hoy descubro que tiene algo de verdad.

“El hombre solo dirá la verdad sobre si mismo al encontrarse detrás de una máscara”

jueves, abril 27, 2006

Cuando quiero Sol


La primera figura que creé fue un rostro. De hecho, no cree uno, creé cientos. Todo ocurrió tratando de adivinar como plegaba Eric Joisel sus modelos. Confieso que nunca logré hacerlo, y que aquella técnica que “inventé” en esa época ya existía y ya muchos habían trabajado sobre ella…

La segunda figura que inventé fue un sol. Figura “torpe”, de dos piezas que unía mal una de las máscaras que había inventado con una base que otro origamísta colombiano (Jhonatan Rodríguez) había desarrollado y que para el efecto modifiqué…

Hoy, cuatro años después de haber inventado ese primer modelo, el tema vuelve a presentarse. Prepara la Liga Antiqueña de Origamistas una exposición sobre Rostros en Origami que espero sea sorprendente. Eso me ha hecho volver a los modelos viejos, a las técnicas que practicaba y, como no, a este sol…

Cuatro años de aprendizaje no son del todo en vano, pues ahora el modelo surge de una sola pieza, con un grado de dificultad igual al que existió en aquel sol original. Aunque pierde rayos, consigue mayor expresión, lo que permite un rostro más definido y un área de trabajo que permitiría realizar diversas expresiones.

Soles conozco pocos, uno de Fernando Gilgado (a quien dedico este modelo) y algún otro que no recuerdo de quien es…

Si conocen más, o si quieren comentar sobre este las líneas están abiertas y el espacio para hacer comentarios sigue estando abajo.

Un abrazo
"estás a mi lado, cuando llueve en mi, cuando quiero sol"
Presuntos Implicados

jueves, abril 20, 2006

Tantas Muertes

Últimamente me ronda la muerte.

Empiezo mal este texto, lo se, porque siempre he sabido que la muerte no es una ni es la misma. Muertes son muchas, muertes son todas. Me persigue la muerte en el trabajo, donde empiezo a investigar el tema, y me persigue en la familia. Viene lenta, como muerte felina que ronda de a pocos, que rodea, que como el tigre cuando caza ruge casi en silencio para que quien está cerca no la oiga…

Muerte puta muerte sola muerte de ricos y muerte de pobres muerte dulce muerte amarga muerte singular propia y ajena muerte de todos de ninguno muerte a domicilio muerte de segunda muerte olvidada muerte que olvida parca flaca muerte celosa amante mujer muerte sensual y dolorosa muerte que se niega pero que llega.


Dicen muchos que la muerte es, ante todo, una amante sensual. Claramente a la muerte es una amante que llora la vida de los que ama. Abraza y acoge, y sobretodo nunca olvida. Quizás la muerte ame sobretodo a la vida y por eso la busca tanto. Hay quienes, incluso, la aman a ella. Hoy en día, más que amores creo que merece honores. Honrar los muertos y la memoria que dejan, honrar los ritos que la celebran. Hoy en día la muerte merece celebrarse y no ocultarse, no regodearse en ella ni con ella. Hoy en día, lo que la muerte merece es honrar la vida.


El arte siempre ha hablado de la muerte, sobretodo en una ciudad como la que habito, que vivió tanto tiempo marcada por el dolor y la violencia pero que nunca ha olvidado reír. Este arte, el mío, también ha hablado de ella: algunos desde el esterotipo, desde la imagen tradicional o el miedo, otros más desde la emocion (lejana o cercana). Hoy, que una parca ronda mi cabeza, yo también hablo de ella.


“La muerte que es celosa y que es mujer, se encaprichó con el… y lo llevó a dormir siempre con ella”
Fito Paez

sábado, abril 15, 2006

La Noche (Cielo con luna)

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche"
Neruda


Sin duda, modelos de este tipo implican un cierto grado de compromiso y de suicidio. Tantos y tantos escriben sobre ella, tantos y tantos la han pintado, tantos y tantos se consideran sus habitantes, sus cómplices. Eso implica, por supuesto, que sea lo que sea que se presente, alguno dirá que esa no es "su" noche. Y tienen razón. La noche es propia, y para muchos va por dentro. Este es uno de esos modelos que hace tiempo quería plegar. Vale la pena, para empezar, recordar de que estoy hablando, y, sobretodo, recordar los comentarios que sobre la idea planteó Román.






Y bien, después del recuerdo viene el presente. Crear un modelo de este tipo es, sin duda, un reto harto complejo. Se suma a lo planteado en la entrada anterior un punto complejo pues no quiero un modelo abstracto ni caer en el exceso de simplemente tener una hoja en blanco (o negro) y ponerle como nombre "la noche". Quiero un modelo que, sin ser representativo pueda ser entendido. Pero al tiempo, quiero un modelo en el que se note la mirada estética que deseo.
He pensado para este modelo en varias cuestiones fundamentales.

Primero, "la" noche. Eso implica que se entiende como mujer... Curioso es que en otros idiomas pudiera ser masculino en vez de femenino. A pesar de la dualidad la pienso femenina y para eso acudo a un punto que es fundamental en la representación de la feminidad: la curvatura. Esta curvatura por un lado debe señalarse en el torso. El cabello, ondulante rodea el cuerpo al mismo tiempo que ofrece contrapeso al desnivel que genera el brazo al otro lado.

Segundo, la "noche". ¿Que representa la noche? En este caso he optado por el elemento fundamental que resume la noche (la parte por el todo) que es la luna. El largo brazo de la noche a un tiempo pone la luna en el cielo y la desplaza por la bóveda celeste. Es el brazo lo que envuelve, a un tiempo que separa. Es el brazo el que como en tantos mitos separa el cielo de la tierra.

Como verán son dos elementos muy simples que permitieron conformar el modelo. Optar por la luna como elemento síntesis de la noche permite hacer que el modelo sea reconocible, a pesar de no ser representativo. Esta clase de modelos, son bastante lejanos al origami tradicional, teniendo sus raices en la escultura y la plástica en general. Queda ahora disponible para los ojos, los labios y los dedos de aquellos que deseen comentar o tan solo ver. Un abrazo

"Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una."

Eduardo Galeano