martes, diciembre 01, 2020

jueves, octubre 08, 2020

COTIDIANIDADES XXIV

 Hay días de Belleza.


Hoy, frente a mi puerta, ha llegado la migración. Una nube oscura lo ha cubierto todo, un sonido, una vibración.

La nube baja, lentamente. Después llega el silencio, grande como la nube que era antes.

Desde lejos espero, y al fin me acerco.

En un árbol, justo aquí, frente a la casa, se han escondido. Veo aún su baile de decenas, de cientos y de miles. Vuelo de paso que busca descanso.

Buscan hoy, supongo, una nueva enjambrazón. Las veo y les sonrío. Las respeto en la distancia. Las dejo en su descanso. Espero.

Mañana se habrán ido, o tal vez se queden un día más. Es lo que hacen, lo que siempre han hecho.

También ellas, como la vida, son tan solo un vuelo de estación. 

viernes, septiembre 04, 2020

El libro por venir

El próximo libro que escriba será un libro sobre caballos. Será un libro de escultura en papel, con al menos un par de decenas de caballos en los que he dejado el alma. Ya he comenzado con la primera página.


Hablaré de sus pliegues y de sus búsquedas, de cascos rotos y memorias olvidadas. Hablaré de los vuelos que no fueron y de los que sí pudieron ser.
Y tendrá fotos, muchas fotos. Y serán hermosas, y me dará ganas de llorar de la emoción cada vez que lo vea. Y pensaré que es el mejor libro que he hecho, y que los dibujos al fin le hacen justicia a la fotografía, pero también le hacen justicia a los modelos, que sin duda siempre se han merecido unos trazos más bellos que los que tengo.

El próximo libro que escriba, ese de caballos, será un homenaje a ellos y a lo mucho que los amo. Y pondré pegasos, y unicornios, y fragmentos de caballos, y jumentos que cargan su destino, y caballos que se vuelven olas, y olas que se vuelven galopes, y habrá palabras de cuatro patas y recordaré tormentas y tempestades. Y tendrá estudios, muchos estudios, como los que hacen los pianistas cuando aprenden a tocar, como los que hacen los guitarristas una y otra vez, pero serán estudios de caballos, una y otra vez. 

Mi próximo libro por escribir, ese del que les cuento, llegará algún día. Y escribiré en él, de nuevo, aquel poema que amé porque fue una autobiografía, un retrato de mi mismo. Llegará aquel libro, lo sé, y quizás nadie lo vea nunca, y quizás se pierda en medio de una biblioteca que es a veces cementerio de otros libros que fueron pero nunca llegaron a ser. Pero será hermoso, tanto, que cada vez que lo vea recordaré el alma de caballo que llevo adentro.


martes, agosto 25, 2020

Colibrí Enamorado (de nuevo)

La semana pasada Isa Klein me invitó a dar una clase en su serie de encuentros con amigos. 

Para ese taller decidí enseñar una figura que hice hace unos años y sobre la que tengo un inmenso cariño. Los diagramas de esta figura los mostré aquí hace unos años, pero como suele pasar fueron cayendo en el olvido. Los vuelvo a poner aquí, como un regalo a aquellos que asistieron al taller. 

He modificado una frase del texto que lo acompaña, cosas que pasan cuando me re leo, pero salvo eso, no hay diferencia con los diagramas que mostré años atrás.









 

lunes, agosto 24, 2020

Cabeza de Rinoceronte

 


Hace unos días, preparando un taller de origami para el Museo de Arte Moderno de Medellín, descubrí esta figura. El modelo surge como una simple modificación de una base pez, que en el taller usamos para hacer un pingüino que, sorpresa hermosa, con solo mirar de otra forma, se transformaba y nos regalaba esta cabeza de rinoceronte.

Supongo, sin muchas dudas, que ya haya sido plegada por otros origamistas. Yo mismo he plegado otras cabezas de rinocerontes, pero ninguna tan simple como esta.

La pongo aquí, como recordatorio de la sonrisa de todos aquellos asistentes que dejaron brillar sus ojos al descubrir este modelo. 

La pongo aquí, insisto, como recordatorio de que el arte también sirve para que nos brillen los ojos. 

sábado, agosto 15, 2020

Toro Alado


Toro alado 
Escultura en papel - Origami  
Plegado con Aguapapel.


Hace 8 años plegué un toro alado. Es una imagen que me ha perseguido mucho tiempo. Me siguen toros y caballos en lo que escribo y lo que veo.  Allí están, siempre presentes.

No es al único al que siguen, por supuesto. En la antigua mitología Persa existía este animal, bello y poderoso. En Asiria se representaba también, aunque en este caso era una versión extraña, con cuerpo de toro alado y cabeza de hombre

Esta es una versión diferente de aquella que presenté. Es muchísimo más estilizada, y se acerca mejor a los modelos que pliego en estos últimos tiempos. De nuevo, aquí está el aire, dejando sacar lo que tenemos dentro.

Aquí lo dejo, esperando emprenda vuelo. 



lunes, agosto 10, 2020

Cajón de sastre

Tengo en casa, oculto de todos pero especialmente oculto de mi, un grupo de cajas en las cuales guardo los modelos viejos que he creado a lo largo de la vida. Algunos están terminados. Otros no son más que borradores. Yo llamo a aquello mi cajón de sastre, homenaje a otros tiempos en los que los sastres tenían cajones con recortes y prendas no vendidas.

Hoy, como pasa a veces, debí buscar algo en aquel cajón. Trato siempre de que las incursiones en el mismo sean rápidas y limpias. Pero hoy aquello no fue posible. Debí revisar, casi figura a figura su contenido. 

He pensado, viendo todo aquello, que debería escribir un libro de origami. Se llamaría algo así como "los modelos del olvido" o "las memorias de aquello que no fue", en fin, sería algún nombre poético pero también ligeramente triste. 

Encontré allí modelos que no fueron, por supuesto, pero también modelos que en algún momento dejé allí, tratando vanamente de organizar la casa o quizás tratando de dejar espacio para otras cosas. Encontré modelos que me cuentan aún tantas viejas historias. Encontré también tantas visiones viejas de la forma en la cual he visto los pliegues a lo largo de esta vida de plegados que no pude dejar de preguntarme en los vaivenes de la vida. 

Tal vez, aquel inexistente libro de los modelos caídos en el olvido, me recuerde que, a veces, la vida es sólo caminar en medio del camino sin saber nunca cuál será el destino.

lunes, julio 27, 2020

Conejo




Conejo
Plegado con Aguapapel.


He plegado un conejo. En realidad, lo plegué hace un par de años, pero apenas ahora lo muestro por estos lados.

Me pasa mucho. Pliego modelos que luego no enseño a nadie. Se quedan olvidados, porque ni a cajón de sastre llegan. Pero por estos meses de encierros y cuarentenas, algunos de aquellos modelos están siendo, poco a poco, rescatados. Este conejo es uno de ellos. Me gusta su belleza, así, simple, un poco geométrico, pero al mismo tiempo lleno de volumen. 

Los diagramas saldrían en un texto de una convención que, como casi todas, debió moverse. Algún día, después de su salida, los compartiré también por estos lados.




jueves, julio 09, 2020

Diagramas del Toro


Un par de años atrás escribí esta entrada con un poema que, confieso, resultó mejor de lo que recordaba. Luego, unos días después, puse aquí los diagramas. Ahora, que los tiempos que corren son mediados por otras redes y otros intereses, pongo de nuevo los diagramas foto a foto por si alguno quiere plegarlo.






lunes, junio 15, 2020

Luces de Estío




Luces de Estío.
Acrílico y papel sobre más papel (o técnica mixta que le llaman)
(Agua papel, fabricado por Fabian Correa)


Un rostro más. Palabras para un rostro de sol.

martes, junio 02, 2020

Gran Kudu




Gran Kudu
Plegado con Aguapapel


Hace unos días dije que mostraría algunos modelos de origami que representaran, de una u otra forma, retos de complejidad.

Este es el segundo de aquellos modelos que deseo enseñar. Se trata de un Kudu, un animal de la familia de los antílopes que habita en las praderas de suráfrica. Su representación en origami suele ser sumamente elaborada debido a que se conjugan en este modelo un asunto asociado al largo del cuello y otro asociado a la presencia de los cuernos.

Esta es mi versión, manteniendo ambos factores pero sin tener que complicar infinitamente el resto del modelo.

domingo, mayo 24, 2020

Zarigüeya

Hace un par de días Noelia Ávila, una conocida origamista argentina, me invitó a participar en un Live de instagram en el que invita a origamistas de todo el mundo a que cuenten sobre sus pliegues y sus creaciones.

Desde unos días atrás pensaba qué modelo enseñar. No es tarea fácil eso de decidir que enseñar, especialmente cuando será una clase abierta con distintos niveles de participantes y sin mucha posibilidad de interacción.

La noche anterior, sobre el muro que sirve de quicio a una ventana, pasó una pequeña zarigüeya. Viene a veces de paseo, y se trepa en un árbol a un lado de la casa.

Pero justo esa noche, entre reja y ventana, se detuvo unos minutos y nos miró.

Aquí estoy, decía, como dijo en un viejo mito mejicano que cuenta que gracias a ella es que conseguimos los hombres el fuego. 

Viéndola allí recordé aquel mito que explicaba su cola sin pelo, y su extraño caminar. La recordé valiente, subiendo hasta donde vive el sol para robar una braza ardiente.

No pude resistirme a plegarla.

Salió de mis manos casi directamente, pequeña y bonita, en una versión que le hacía justicia a la imagen que me regalaba aquel animalito y pensé, sin duda, que ese era el modelo que debía enseñar.

En aquel encuentro presenté una versión simplificada del modelo y conté la historia. Confieso que en aquella clase virtual se notaba que era un modelo nuevo y que aún no vivía del todo en mi memoria, pero no importó. Fue feliz poder plegarlo. Prometí los diagramas del modelo a aquellos que siguieron la clase y, diligente, me puse a hacerlos.

Los comparto aquí para todos aquellos que deseen hacer sus propias interpretaciones. Esta versión es un poco más compleja que aquella que enseñé, con los correspondientes cambios de color para la cola además de la cabeza. 

Espero la disfruten. A los asistentes, mil gracias por permitirme plegar a su lado. 















viernes, mayo 15, 2020

Alce





Alce  
Plegado con Agua Papel

Hace algunos meses, para un evento, envié una propuesta de exposición y charla basado en el tema que ha dominado mi plegado durante los últimos años: la búsqueda de lo simple. 

He dicho ya por aquí, muchas veces, que siempre me ha parecido un tema apasionante. ¡Es tan complejo llegar a ser simple!

Para ese evento me había puesto en la tarea de buscar algunos modelos de origami que son, de una u otra forma, retos de complejidad. Mi reto, que a veces me complico la vida a propósito, era lograr plegarlos de manera simple;  lograr interpretar aquellos sujetos de enorme complejidad de una manera más sencilla, y quizás si tenía suerte más poética. 

No es sencillo, insisto. 

Dentro de los modelos elegidos este en particular me resultaba deseable. El alce, célebre por su famosa cornamenta, suele ser un sujeto difícil de interpretar y quienes lo han plegado suelen acudir siempre a versiones de múltiples pasos que para muchos terminan siendo retos difíciles de alcanzar. En resumen, no existe una forma fácil de hacerlo simple. 

Busqué este modelo por varios días hasta que logré encontrarlo justo como lo deseaba.

Durante las próximas semanas mostraré algunos de esos modelos que deseaba llevar a aquella exposición pero que por muchos motivos, no se pudo concretar. Así pasa, a veces, en estos tiempos complejos en los que vivimos.  

Yo, por mi parte, seguiré buscando el único camino que se me ocurre: volver a lo simple.

domingo, mayo 10, 2020

Un agujero en el vestido





Un agujero en el vestido.
Acrílico y papel sobre más papel (o técnica mixta que le llaman)
(Agua papel, fabricado por Fabian Correa)



Tengo 41 años, ya casi 42. A veces se sienten más, a veces se sienten menos. 

Todavía le hago manualidades a mi madre, para regalárselas en el día de la madre.

Y todavía ella, cuando las recibe, dicen que es "lo más lindo que le he hecho".

Supongo que a sus ojos sigo siendo el mismo de hace 41 años, casi 42.

Ella...

Ella sigue siendo mi mamá.





viernes, mayo 08, 2020

Caballo





Caballo

Oleo Pastel sobre cartulina negra


Hace unos meses mostré este mismo caballo, aunque con un tratamiento diferente en torno a fondos y colores. Porte y forma bastante similares pero...  No era igual, no era lo mismo.

Este que enseño hoy resuena mucho más en mi. 

Esa es también parte de la definición del arte, creo yo:

Seguir buscando hasta que encuentras otra forma de decir lo que ya dijiste.

domingo, abril 26, 2020

Cotidianidad XXIII - Cuarentena.

Es domingo. La tarde cae en medio de una cuarentena que no te deja saber si es lunes o jueves, abril o diciembre. De repente suena el teléfono: me ha llamado mi marquetera. Suena gracioso pero en mi caso tengo marquetera de confianza porque uno no puede ir, así como así, dejando los cuadros en manos de cualquiera.

Me ha dicho que desde mañana comienzan a trabajar, "a puerta cerrada don Daniel, pero comenzamos a trabajar". Menciona además, como de paso, que si quiero ella puede venir hasta mi casa a recoger lo que necesite enmarcar.

Le digo que sí, que claro, que sigo en casa en cuarentena, pero que la espero para entregarle un par de cuadros que tengo para enmarcar. Aquí estaré cuando pueda venir.

Dafnis (tiene nombre de historia antigua, aunque según me dijo ella nunca ha leído el libro que lo cuenta), me ha dado las gracias con esperanza. No ha habido trabajo en un montón de semanas, y ese par de cuadros serán por lo menos un comienzo.

"Mañana mismo voy, don Daniel," me dice.



Quizás mis pinturas no sean buenas, quizás a nadie gusten.

Pero a mi marquetera y a mí nos han dado lo mismo: Consuelo en medio del miedo. Tal vez no sea mucho, pero para mi ya es un comienzo.

miércoles, abril 15, 2020

Amanecer de Buenos Días



Amanecer de buenos días.

Acrílico y papel sobre más papel (o técnica mixta que le llaman)
(Agua papel, fabricado por Fabian Correa)



A veces me gusta lo que pinto. 

Quizás pintar no sea la palabra adecuada, lo sé,
     pero es la única que viene a mi ayuda en este instante. 

A veces se me mezcla todo sobre la misma hoja, y se me salen las palabras y los trazos y el papel.

A veces se me sale el alma.


viernes, marzo 20, 2020

Una grulla de papel

Hace unos años, (casi 10, calculo al aire), descubrí esta grulla, pero nunca enseñé a plegarla en público. En aquella época enseñé el modelo a Román Díaz, quien con su típica genialidad tomó el modelo y decidió hacer un par de cambios aquí, otros allá, una decena más allá, y obtuvo como resultado su infinitamente bella y famosa grulla. 

He recordado por estos días aquella historia. Plegar entre dos aquello resultó un asunto feliz, como feliz suele ser el compartir. 


Con el tiempo se nos olvidan cosas como esas, como lo feliz que fue crear con alguien, lo feliz que puede llegar a hacerte diseñar algo en compañía. Se nos olvida lo importante de verdad que resulta el compartir. 

Por estos días el mundo anda en cuarentena. Muchos recuerdan lo que en realidad es importante, enfrentados a un encierro que nos recuerda lo que en realidad vale la pena. Yo, entre todas esas cosas, he recordado esta grulla, y he realizado los diagramas de la misma.

No es ni sombra de la creada por Román, pero siempre tendrá para mí el encanto de los modelos simples, pero sobretodo de los modelos compartidos.

Para todos, una grulla de regalo. Y recuerden que una antigua historia cuenta que todo aquel que pliegue 1000 grullas de papel tendrá una vida larga y plena de salud. No sé si sea cierto, pero puedo asegurar que tendrá 1000 regalos para dar.

Y eso vale la pena.